Parece imposible, un titular de esos sensacionalistas, por eso me gustaría compartir cómo llego a esa conclusión. Recuerdo perfectamente la casa de mi abuelo materno, en el centro del pueblo, con siete metros de fachada y tres plantas de altura. Era el lugar de reunión de toda la familia, donde pasábamos largos fines de semana, Navidades y Semana santa. Había habitaciones para todos, baños para todos y comida para todos. Había de todo para todos.
Pero el lugar donde los más pequeños, y los no tan pequeños, lo pasábamos mejor era en el jardín trasero, que, sin ser muy grande, era suficiente para disfrutar, correr y jugar, ya fuera invierno o verano. Esos metros cuadrados del jardín eran metros cuadrados de felicidad extra y diversión para todos.
Ahora, vamos a imaginar que estamos en un lugar que alberga dos casas independientes, una de ellas de invitados, que ocupan cerca de 800 metros cuadrados y que, si así lo desea, se puede ampliar. Estas casas se encuentran en el interior de una finca de unos 33.000 metros cuadrados en la que adicionalmente se puede disfrutar de 320 olivos, algunos de ellos milenarios, además de árboles frutales y un largo etcétera.
Su ubicación es estratégica para poder contemplar el casco histórico de Toledo y el emblemático río Tajo. Forma parte de la historia desde su construcción a finales del siglo XVII. Podría no existir, pero ese lugar es real y se llama El Cigarral de la Cadena.
Privacidad, tranquilidad y comodidad
Por tanto, ya hemos comprobado la cantidad de metros cuadrados de felicidad que tiene El Cigarral. Y no solo de felicidad, ya que también podemos decir que lo son de privacidad, de tranquilidad y de comodidad, a tan solo 33 minutos en tren desde Madrid.
Entonces, volvamos a la premisa inicial. Se trata de una propiedad histórica al precio de 40,56€ el metro cuadrado en Toledo. Ya está claro de dónde sale ese valor y, ahora, es cuando se podría decir que “ese cálculo no es correcto, que está igualando el precio del metro cuadrado construido con el precio del metro cuadrado de terreno”, y no le falta razón. Entonces, hay que formular varias preguntas. ¿En cuánto podemos valorar el bienestar de la familia? ¿Qué precio le damos a la felicidad de los nuestros? ¿Cuánta felicidad extra hay en 33.000 metros cuadrados? Lo mejor es que no hay una única respuesta, no existe la respuesta correcta. Cada cual va a distribuir el precio de la finca, 1.375.000€, de la manera que mejor le plazca.
Formar parte de la historia
Así que recapitulemos. Si desea formar parte de la historia en una finca donde se reunían artistas para leer, recitar poemas e interpretar obras teatrales, con unas vistas de las que no se cansará nunca, con muchos metros cuadrados de felicidad para compartir con quien desee y a este precio, lo tiene muy fácil.
Soy Jorge Pedroche y tengo el privilegio de ser la agencia inmobiliaria que pone al alcance y en exclusiva esta histórica propiedad. Si sueña con formar parte del legado histórico y cultural de este país y que esta finca sea patrimonio de su HISTORIA, con mayúsculas, estaré encantado de ayudarle a hacerlo posible.