El servicio de Urología del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha incorporado una nueva técnica quirúrgica mínimamente invasiva en el tratamiento la hiperplasia benigna de próstata, que mejora los síntomas y la calidad de vida de los pacientes.
Se trata de la técnica Rezzum, que consiste en la inyección de vapor de agua sobre el tejido prostático que obstruye la salida de la orina, por compresión de la uretra. De esta forma, se produce la destrucción de esa parte de la próstata que el organismo sustituye por un tejido cicatricial. El objetivo es reducir el tamaño de la misma, disminuyendo la obstrucción y mejorando los síntomas, según ha informado la Junta en nota de prensa.
El doctor Luis Álvarez, urólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, ha explicado que esta técnica de vapor de agua es sencilla, se realiza de forma ambulatoria y bajo sedación profunda. El paciente es dado de alta a las pocas horas, con una sonda vesical que deberá portar durante un periodo de entre tres y siete días, en función del tamaño de la próstata, los síntomas previos y la mayor o menor extensión de la zona tratada.
Está indicada para aquellos pacientes con síntomas del tracto urinario inferior provocados por la hiperplasia prostática que estén con tratamiento farmacológico, cuya próstata no sea de gran volumen --no superior a 50cc--, que no presenten síntomas severos y durante un periodo aproximado de tres meses debe mantenerse el tratamiento farmacológico.
Entre cinco y diez minutos
Entre las ventajas que aporta esta novedosa técnica, que por primera vez se lleva a cabo en un hospital público de Castilla-La Mancha, frente a las técnicas convencionales destaca la realización del procedimiento en régimen ambulatorio frente al ingreso hospitalario de entre 48-72 horas de otras técnicas quirúrgicas.
Es un proceso rápido, que se prolonga entre cinco y diez minutos, frente a los 45-60 minutos de otras técnicas convencionales, se lleva a cabo mediante sedación y conlleva un menor índice de complicaciones posteriores, con diminución de recursos de Atención Primaria y servicios de urgencias.
En los últimos años, se han introducido técnicas mínimamente invasivas en el tratamiento quirúrgico de la hiperplasia benigna de próstata para las que los profesionales del servicio de Urología del Hospital de Toledo se han ido acreditando para llevarlas a cabo en el centro sanitario.
Hiperplasia benigna
La hiperplasia benigna de próstata es un crecimiento de la glándula prostática que afecta aproximadamente el 50 por ciento de hombres de 50-60 años y hasta un 90 por ciento entre 70 y 80 años o más. A medida que la glándula crece puede disminuir o detener el flujo de orina desde la vejiga y dar síntomas de obstrucción, como necesidad de orinar con mucha frecuencia, sensación de vaciado incompleto, orinar con frecuencia por la noche y con urgencia y también verse afectada la función sexual, deteriorando mucho su calidad de vida.
Cuando aparecen estos síntomas hay que acudir al urólogo, especialista clave para atender esta patología, dado que indicará las pautas a seguir en el tratamiento. El tratamiento habitual suele ser la medicación vía oral, recurriendo a la intervención quirúrgica cuando no existe mejoría de los síntomas o la aparición de complicaciones.