El diestro de Pepino Tomás Rufo cosechó este sábado en Talavera de la Reina (Toledo) un triunfo rotundo de seis orejas en la tarde en la que se enfrentó a cuatro toros y a un Guillermo Hermoso de Mendoza, a caballo que paseó un solo apéndice.

El futuro del toreo, a caballo y a pie, se vio las caras en Talavera de la Reina. Juntos, pero no revueltos. Cada uno en lo suyo. Dos de las cuatro últimas Puertas del Príncipe de Sevilla se citaron en una plaza que es ídem obligada para cualquier aficionado que se precie. Y la tarde no defraudó.

Talavera, claramente, quería ver a Tomás Rufo. El segundo (primero de lidia a pie) se movió con cierto desorden pero con vibración. Rufo, con evidentes ganas, lo persiguió hasta cuajar lances notables, cerrados con una media enroscada extraordinaria. En la muleta el toledano alternó pitones, bajando la mano y, por ende, los humos del de Alcurrucén. Hubo ajuste y entrega, coronando a la segunda con una muy buena estocada con la que cortó la primera oreja.

El tercero deambuló por la plaza durante los dos primeros tercios pero se centró en el último. Rufo anduvo entregado a la par que algo acelerado en sus formas. El de Alcurrucén se dejó sin más, y lo que faltó para la concesión del doble trofeo lo puso el de Pepino con la ya mentada entrega y otro soberbio volapie, esta vez al primer intento.

Honor

La faena de muleta al quinto la inició -no se sabe si casualmente- donde resultó mortalmente herido Gallito. E hizo honor a tal circunstancia con un faenón, quizás menos vistoso que el trasteo realizado al tercero, pero de una claridad de ideas y valor apabullantes.

El de Alcurrucén, con la codicia justa, embestía a media altura, por lo que Rufo vació los muletazos a media altura para dosificar la duración de su antagonista. Luego pasó a instrumentarlos de uno en uno, ceñido y hacía dentro, arrimándose con hambre (éste la tiene de ser gente grande) y matando de manera excepcional a la primera. Las dos orejas, lógicamente, cayeron.

El sexto fue noble y soso. Lo más reseñable llegó en varias fases de derechazos en los que Rufo tiró de las remisas arrancadas hasta el final. A éste, sin embargo, lo pinchó, circunstancia que solventó a la segunda volviendo a dejar una gran estocada entera arriba. Le funciona todo. De momento. Ojalá sea por mucho tiempo.

Triunfo de Tomás Rufo en la plaza de Talavera

Por su parte Guillermo Hermoso de Mendoza no empezó bien la tarde, clavando un rejón de castigo entre el número y el hierro, en una labor que no alcanzó altura.

Sí caldeó el ambiente el rejoneador estellés con el manejable cuarto, en el que destacó montando a Ilusión. Clavó ajustado y con compromiso, aunque fallando con el rejón de muerte, lo cual no impidió que paseara una oreja.

FICHA DEL FESTEJO

Dos toros de Fermín Bohórquez para rejones (primero y cuarto), reglamentariamente despuntados, y cuatro de Alcurrucén (segundo, tercero, quinto y sexto) para lidia a pie. Manejables los de Bohórquez (mejor el cuarto). Muy bien presentados los de Alcurrucén, en tipo de embestir, con menos presencia el sexto. Encastado el segundo. Manejables el resto.

El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza, silencio y oreja.

Tomás Rufo: oreja, dos orejas, dos orejas y oreja.

Jeremy Banti actuó como sobresaliente.

En cuadrillas saludaron tras banderillear Sergio Blasco (en el primero) y Fernando Sánchez (en primero y quinto).

La plaza registró tres cuartos de entrada en los tendidos.