El Consorcio de la Ciudad de Toledo inició hace unos meses las obras de restauración de la fachada de un inmueble residencial ubicado en la calle La Plata número 22 y las labores han permitido que aflore el color azul original de la fachada, así como los grises de las cresterías y otros elementos decorativos, que en la época se utilizarían con el objetivo de imitar materiales nobles como el granito.
Así lo señalado el arquitecto responsable de la intervención, Paco Segado, quien ha explicado que este edificio dataría de los últimos años del siglo XIX o principios del siglo XX y cuyo color original nada tendría que ver con el que ha llegado a nuestros días, en tonalidades sepia y salmón.
"Lo que más puede impactar en la imagen del edificio es ese color azul de fondo, que lo que busca es que los elementos ornamentales salgan a un primer plano y no quede todo fundido con unos colores discretos", señala. Además, ha añadido que "la intención era dar prioridad y que el elemento ornamental destacara sobre el paramento". Como subrayada, el azul y el gris son "dos colores fríos" pero "el azul es el menos frío dentro de los fríos y juega en contraste con el gris".
Fue durante las catas realizadas en los paramentos del inmueble cuando encontraron lo que sería su esencial original, pese a que los colores estaban "bastante deteriorados", según el arquitecto. Posteriormente iniciaron las labores de limpieza y de recuperación, que actualmente están muy avanzadas. "Lo que había debajo era un claro juego de contrastes y no sabemos las intenciones con las que se tapó, pero ahora estamos recuperándolo", enfatiza.
Según ha informado el Consorcio en un comunicado, la intervención no ha llevado siempre el mismo ritmo ni intensidad, sino que se ha trabajado con cada elemento de manera específica y minuciosa, al ser además una fachada "muy volumétrica y con muchos salientes".
La limpieza, con agua vaporizada y sin la necesidad de intervenir con bisturí, la ha desarrollado un equipo especializado de restauración incluido en el equipo transdisciplinar, que interviene en todas las obras ejecutadas por el Consorcio.
El proyecto original del edificio dataría de 1888, según los planos del mismo que se localizaron. El cambio más radical respecto a lo que podemos ver actualmente es que el inmueble se proyectó para una sola familia.
Fue en 2004 cuando se dividió por pisos y las tres plantas en las que se conforma se dividieron en viviendas individuales, con un patio acristalado que había en el centro y con la creación de una escalera, que actualmente pervive. "Creemos que ahí es cuando se produce el cambio de imagen y de tonos de la fachada". La obra está adjudicada a la empresa Artectum, especializada en patrimonio histórico, y la inversión asciende a 111.300 euros. La conclusión de los trabajos está prevista para finales de agosto.