Cuatro publicaciones comunistas, de Marx, Engels, Lenin y Dolores Ibárruri, halladas en la casa de un vecino de Toledo en 1957, cuando en España eran ilegales, tuvieron como consecuencia varias detenciones por labor "subversiva" aunque los condenados se beneficiaron del indulto general concedido con la llegada del papa Juan XXIII.
Aquella historia comenzó hace 65 años, cuando el joven Tiburcio Martín Fernández, de 28 años, estaba exiliado en Francia y consiguió un pasaporte para pasar el mes de agosto de 1957 en Mazarambroz (Toledo), su pueblo.
Así lo ha rescatado el blog del Archivo Histórico Provincial de Toledo, cuyo director, Carlos Flores, ha explicado a Efe más aspectos de las vicisitudes de Tiburcio y varios toledanos.
Cuando el joven llegó a su pueblo entró en contacto con Eugenio Aguado del Castillo, natural de Chozas de Canales, y con otros dos vecinos, pero sus reuniones alertaron a la policía que arrestó a los cuatro acusados de realizar “una labor subversiva".
En la casa de Eugenio encontraron cuatro pequeños libros que, al parecer, había traído Tiburcio desde Francia y que el Archivo ha localizado en el expediente.
Publicaciones comunistas
Uno de los textos era el "Manifiesto del Partido Comunista", de Marx y Engels, en una edición de la editorial Nuestro Pueblo (París, 1948), que incluye también "Contribución a la historia de la liga de los comunistas", de Engels.
Otro es la "Crítica del programa de Gotha", de Marx, editado en Moscú por Ediciones en Lenguas Extranjeras (1947). Y de la misma editorial y año es "La revolución proletaria y el renegado Kautsky" de Lenin.
El cuarto libro incautado es "A los trabajadores anarquistas", de Dolores Ibárruri, editado por el Partido Comunista Francés y que incluye un artículo del anarquista Manuel Rivas y la contrarréplica de "La Pasionaria".
El caso de estos cuatro detenidos pasó al Juzgado especial de Espionaje y Comunismo (jurisdicción militar) pero se determinó que era un delito civil por lo que se derivó al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Orgaz (Toledo) en octubre de aquel mismo año.
Condeandos por propaganda ilegal
El juez orgaceño decretó la libertad condicional de los cuatro acusados y, después de tres meses de averiguaciones, envió el expediente a la Audiencia Provincial para que fueran juzgados por un delito de propaganda ilegal.
Así, en mayo de 1958 Tiburcio y Eugenio fueron condenados a tres años de prisión y una multa de 20.000 pesetas cada uno y los otros dos detenidos a dos años y 10.000 pesetas aunque éstos no fueron a cárcel y salieron en libertad condicional.
Tiburcio y Eugenio fueron enviados a la prisión de Burgos, pero en octubre de aquel mismo año fueron indultados ya que el día 31 de octubre se publicó un decreto concediendo indulto con motivo de la llegada al Vaticano del papa Juan XXIII.
Aquel decreto concedía un indulto a las penas que no excedían de dos años, siempre que la infracción hubiera sido realizada antes del 4 de noviembre de 1958, y de la mitad de la pena a los condenadas con hasta seis años, que era el caso de Tiburcio y Eugenio, por lo que se dictó un auto con la nueva liquidación de condena.
En la causa se explica que los acusados dijeron que su intención no era tanto hacer propaganda comunista como hablar de temas sociales, ha señalado el director del Archivo.