Todo el mundo está contento con el hecho de que, por fin, la obra del magnífico artista toledano Alberto Sánchez pueda permanecer parcialmente expuesta en Toledo, pero hay polémica en torno a la ubicación y no todos apoyan su actual emplazamiento en la Colección "Roberto Polo". Lo que muchos entendieron el pasado 28 de febrero, con la inauguración de la exposición permanente, como el fin de una "deuda histórica" de Toledo con Alberto Sánchez, otros lo consideran un agravio y no están de acuerdo con el sitio elegido.
De hecho, el sindicato STAS-CLM Intersindical ha convocado para la tarde de este lunes una concentración de protesta a las puertas del Museo de Santa Cruz para denunciar que el Gobierno de Castilla-La Mancha "haya cedido" parte de la colección de Alberto Sánchez para su exhibición en las instalaciones de Roberto Polo. También la Junta Rectora de "Museo de Santa Cruz, ¡Vivo!", asociación de amigos del museo, se ha mostrado en contra de que la Junta haya cedido la obra del artista Alberto Sánchez a la Fundación Roberto Polo para ser expuesta en los espacios que "nunca debieron cederse a un coleccionista privado". Este colectivo se ha sumado a la protesta del STAS-CLM.
La propia alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha entrado este lunes en la polémica y ha hablado claro: Tolón se ha declarado partidaria de buscar "con el tiempo" una ubicación "más adecuada" para esta gran colección, incluyendo no sólo las piezas que actualmente están expuestas, sino el conjunto total de la obra que aún queda por mostrar en la capital regional.
Orgullosa
La alcaldesa, en todo caso, ha dicho sentirse "orgullosa" de que parte de la obra de Alberto Sánchez pueda estar expuesta en la Colección "Roberto Polo", alegrándose de que estas "magníficas piezas" se exhiben y sean visitables por el público. Esta colección que ahora puede verse estaba, según ha explicado Tolón, "exquisitamente guardada" en los sótanos del Museo de Santa Cruz de Toledo, y ahora la alcaldesa está feliz porque ya está expuesta, aunque sea de forma parcial.
"Lo más importante -ha dicho Milagros Tolón- es que las obras de Alberto Sánchez están expuestas y no en los sótanos del Museo de Santa Cruz y, posiblemente, con el tiempo, tendremos que buscar una ubicación más adecuada no solamente para las piezas que hay expuestas sino para la gran colección" del artista toledano, ha señalado la alcaldesa de la capital de Castilla-La Mancha.
Una estrella
Como ha informado EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, y el mecenas Roberto Polo inauguraron el padado 28 de febrero este nuevo espacio expositivo, con 24 obras, bajo el nombre "Alberto Sánchez. Un camino que conduce a una estrella".
En la exposición se pueden ya contemplar esculturas como 'La mujer de la estrella', 'Maternidad', 'La dama del pan de Riga' y 'Mujer castellana', así como trece dibujos entre los que están 'La mujer sentada', 'Las tres figuras' o 'Los dos pájaros'. También se ha incorporado un cartel del diseñador francés Jean Carlu, donado a Castilla-La Mancha por la familia Silvia Sánchez–Vincent-Paul Lorne para la Exposición Internacional de París de 1937, además de dos libros para los que Sánchez hizo la portada.
Vida de Alberto Sánchez
Alberto Sánchez nació en Toledo en 1895 y murió en Moscú en 1962. Fue creador junto a Benjamín Palencia de la Escuela de Vallecas en la década de los años 20 y se marchó a Moscú debido a la Guerra Civil, en la que participó con el ejército republicano. Durante el conflicto, se destruyó completamente su estudio de Lavapiés (Madrid) y la obra que allí tenía. Sus restos están en el cementerio Vvedénscoye.
Una de sus obras más conocidas fue la que realizó para el Pabellón de la República Española en la Feria Internacional de París (1937), titulada 'El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella'. Tiene 12,5 metros de altura y compartió protagonismo con 'El Guernica' de Picasso.
El original de la obra desapareció, pero en la entrada del Museo Nacional Reina Sofía hay una maqueta del autor para la versión definitiva. Es la que se localizó en los sótanos del Palacio de Montjuic, en Barcelona, en 1986 junto con otras obras procedentes del Servicio de Protección del Patrimonio Artístico. Otra reproducción se encuentra en la plaza de Barrio Nuevo de Toledo, en plena Judería.