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1 de 9 Lista de miembros de la Orden de Toledo mecanografiada por Buñuel. Archivo Buñuel. Foto: Filmoteca Española.
La Orden tenía varios preceptos básicos: vagar durante toda una noche por Toledo, borracho y en completa soledad, no lavarse durante la estancia, acudir a la ciudad una vez al año, amar a Toledo por encima de todas las cosas y velar el sepulcro del Cardenal Tavera.
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2 de 9 Pepín Bello, José Moreno Villa, María Luisa González, Luis Buñuel, Salvador Dalí y José María Hinojosa en Venta de Aires en 1924
Según Buñuel, en definidas cuentas, pertenecer a la Orden suponía "ir a Toledo con la mayor frecuencia posible y ponerse en disposición de vivir las más inolvidables experiencias".
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3 de 9 Salvador Dalí, María Luisa González, Luis Buñuel, Juan Vicens, José María Hinojosa y José Moreno Villa
La Orden de Toledo fue fundada por un joven, y desconocido por aquel entonces, Luis Buñuel, el día de San José de 1923. Este se nombró "condestable", mientras su secretario era Pepín Bello.
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4 de 9 Miembros de la Orden de Toledo por años en un manuscrito de Luis Buñuel. Foto: Filmoteca Española.
En un segundo orden jerárquico se encontraban el resto de fundadores, entre los que destacan Federico García Lorca y su hermano Paquito, Pedro Garfias, Augusto Casteno, José Uzelay y Ernestina González.
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5 de 9 Posada de la Sangre, donde se hospedaban
Luego venían los caballeros, entre los que figuraban Salvador Dalí, Rafael Alberti, Antonio Solalinde, Hernando Viñes, Lulu Viñes, Ricardo Urgoiti, María Teresa León, René Crével, Pierre Unik, José María Hinojosa y Jeanne, la esposa de Buñuel.
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6 de 9 La Orden de Toledo representa Don Juan Tenorio
Por debajo estaban los escuderos, formados por Georges Sadoul, Roger Désormières y su esposa Colette, Elie Lotar, Aliette Legendre, Manuel A. Ortiz y Ana María Custodio.
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7 de 9 Miembros de la Orden de Toledo en 1935
Por último, formaban parte de la orden los invitados de los escuderos, con Moreno Villa como jefe, justo por encima de los invitados de los invitados de los escuderos, con Juan Vicens y Marcelino Pasco a la cabeza.
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8 de 9 Miembros de la Orden de Toledo en el restaurante Venta de Aires de Toledo
Tal y como define 'Toledo Olvidado', la Orden de Toledo fue, por tanto, un grupo heterodoxo de genios unidos por una amistad que quedaba por encima de ideologías políticas y corrientes artísticas, a los que les unía dos cosas: su enorme talento y su amor por Toledo.
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9 de 9 Todo comenzó en la bodega histórica de Venta de Aires
La bodega de Venta de Aires, fue el rincón acogedor y misterioso donde afloró la Orden. Todavía mantiene la esencia de la época, que evoca sentimientos y sensaciones especiales a quienes tienen el privilegio de visitarla.
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