BBVA ha devuelto 2.891 euros a una mujer de Quintanar de la Orden (Toledo) a la que suplantaron la identidad en tres operaciones. La entidad bancaria ha tenido que hacer frente a esta devolución tras no poder acreditar la aplicación de la doble autentificación de seguridad ante la denuncia de Facua Castilla-La Mancha.
La organización de los consumidores ha asegurado que Gema C.B., nombre de la afectada, recibió una llamada el 19 de diciembre de 2022 en su teléfono móvil de quien decía ser alguien de la oficina bancaria local. Según le dijeron, estaban intentado acceder a su cuenta corriente desde otro dispositivo móvil, por lo que le pidieron que introdujera los códigos que le habían enviado para, supuestamente, avisarle cuando tuviera una alerta de seguridad.
La afectaba, que pensaba que estaba incrementando su nivel de seguridad, accedió. Unos días después, el 26 de diciembre, se percatón de que le habían cargado casi 3.000 euros procedentes de res operaciones: 2.660 euros el 21 de diciembre en Ría Payment Institution, 0,95 euros el 23 de diciembre por el telepeaje de la autovía R-5 Madrid-Navalcarnero y 230 euros el 27 de diciembre en Emporio Armani.
Ráidamente, la afectada informó a su entidad bancaria y denunció el 27 de diciembre los hechos ante la Guardia Civil de Quintanar de la Orden, aportando las pruebas de la llamada teléfonica y de los cargos que se habían realizado en su cuenta sin su consentimiento.
Según apunta Facua, BBVA rechazó varias reclamaciones para hacerse cargo de la responsabilidad patrimonial por los fallos que permitieron este fraude mediante el método de phising alegando que habían "prestado correctamente el servicio" y que "el cliente es responsable de custodiar los datos de su tarjeta".
Ante la respuesta, Gema acudió a Facua que elevó una reclamación en marzo donde exigió a la entidad que hiciera frente a su responsabilidad patrimonial "reintegrando el importe total sustraido por haber permitido que fueran sorteados los códigos de seguridad de los medios de pago de titularidad de la asociada, incumpliendo el contrato que tenían suscrito ambas partes".
La respuesta de la entidad fue la misma, por lo que la organización decidió elevar el caso al Banco de España. Tras las primeras diligencias del órgano regulador, BBVA se dirigió finalmente a Facua Castilla-La Mancha en un escrito de allanamiento el pasado mes de mayo para "rectificar la situación objeto de la discrepancia".
Así, la entidad bancaria ha devuelto recientemente a Gema los 2.891 euros que le corresponden por el importe íntegro de las compras no autorizadas que cargaron a su tarjeta suplantando su identidad.