Emiliano García-Page ha jurado por tecerra vez su cargo como presidente de Castilla-La Mancha en una ceremonia sobria pero que dejó detalles muy comentados incluso antes de su comienzo.
En los prolegómenos, Page recibió en un aparte al presidente de la Policía Nacional, el albaceteño Paco Pardo; al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco; al rector de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Julián Garde; al rector de la Universidad de Alcalá, José Vicente Saz; al presidente del Consejo Social de la UCLM, Félix Sanz Roldán; al obispo auxiliar de Toledo y secretario general de la Confederencia Espiscopal Española, César García-Magán; a los expresidentes regionales José Bono y José María Barreda; y a la eurodiputada ciudadrealeña Cristina Maestre. En este encuentro, al que asistieron todos los consejeros de Page en los últimos cuatro años, también estuvieron presentes José Manuel Caballero y Álvaro Gutiérrez, dos nombres que suenan con fuerza en las quinelas del nuevo Ejecutivo.
Los 400 invitados que llenaron el patio y los salones aledaños del Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno de Castilla-La Mancha, recibieron a su llegada dos regalos. El primero era especialmente útil, un abanico conmemorativo del 40 aniversario de la aprobación del Estatuto de Autonomia de Castilla-La Mancha. Durante su discurso, el propio Page hablaba de las altas temperaturas de la tarde toledana pero también recordaba que "hace cuatro años fue peor" por la ola de calor que entonces vivía la capital castellano-manchega.
El otro obsequio era mucho más personal. Se trataba de una lámina a lápiz del ajimez gótico-mudéjar del Palacio de Fuensalida. El dibujo era obra de García-Page, pero no de Emiliano, sino de su hermano Luis. De hecho, el presidente autonómico estuvo acompañado de todos sus hermanos y ocupó la parte más personal de su intervención a verbalizar lo complicado que es para todos ellos asumir la pérdida de sus padres y a pedir perdón a sus hijos por sus "torpezas".
Cóctel y corrillos
Una vez terminada la parte institucional, comenzó un animado cóctel donde la composición del futuro Gobierno regional centró casi todos los corrillos. Más allá de las posibles altas y bajas que se puedan producir en la foto del nuevo Ejecutivo, uno de los que más demandados fue Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León que acompañó a Page en este acto al igual que el presidente asturiano, Adrián Barbón.
De las dos representantes del Gobierno central, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno nacional, Isabel Rodríguez también departió largamente con los asistentes, mientras que la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, se marchó nada más terminar la toma de posesión para asistir al pase nocturno de 'El Sueño de Toledo' en Puy du Fou junto a su marido. Ambos estuvieron acompañados por el consejero delegado de Puy du Fou España, Ewan de la Villeon, quien acudió al Palacio de Fuensalida con una corbata con los leones de El Español.
La anécdota del cóctel la protagonizó un representante de la comunidad rumana en Castilla-La Mancha. En el transcurso de una conversación se dirigió a Page como "un hombre de centro-derecha como yo, que sé lo que es vivir con el comunismo". El presidente regional se tomó la frase con humor.