Según los investigadores de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss, 16 de los 26 vertidos que recibe el río Tajo a su paso por Toledo no están autorizados. Una de las promesas del alcalde de Toledo, Carlos Velázquez (PP), durante la campaña electoral fue acabar con todos ellos. Y ya se ha puesto manos a la obra.
Después de evitar durante las pasada Feria de Agosto que los baños del recinto ferial de la Perelada vertiesen las aguas sucias sin depurar, ahora el regidor toledano ha anunciado el cierre de otro punto de vertido contaminante al río Tajo.
Se trata, en concreto, de una actuación en un edificio del barrio de San Antón: la desconexión al punto de vertido y la conexión al colector del Aserradero, que viene desde Bargas y Olías del Rey y se encuentra en un punto más alto, por lo que se va a instalar una arqueta de bombeo para que las aguas queden recogidas en la red de saneamiento municipal.
Una obra que va a acometer desde la próxima semana la empresa concesionaria del servicio de suministro y abastecimiento de agua en la ciudad, Tagus, con un plazo de ejecución de mes y medio y un presupuesto de 70.000 euros.
Se trata de una demanda de los vecinos del barrio de San Antón, "que llevan años sufriendo problemas de insalubridad pública y malos olores", ha asegurado Velázquez.
Fábrica de Armas
Recientemente, en el acto de apertura del curso académico de la Universidad de Castilla-La Mancha, Carlos Velázquez anunció también que desde el Ayuntamiento se va a proceder a cerrar, antes de final de año, otro de los puntos contaminantes que se encuentra en el campus de la Fábrica de Armas.
Un vertido como consecuencia de una depuradora que no funciona correctamente y que se encuentra cerca del edificio de Sabatini.
"Vamos a tratar de que el río, a su paso por la ciudad, esté mucho mejor dentro de cuatro años", ha asegurado Velázquez.
"Se trata de ir dejando de verter agua sucia poco a poco y en la medida de nuestras posibilidades, y este es un compromiso compartido con todos los toledanos", ha concluido.