El proyecto de construcción de un hotel de cinco plantas con 110 habitaciones y 247 plazas de aparcamiento a orillas del Tajo está generado una fuerte oposición ciudadana en Toledo. Esta nueva infraestructura turística, de acabar finalmente construyéndose, se levantaría junto al puente de la Cava, en una zona conocida como 'La Solanilla', que según los vecinos del barrio se trata de "uno de los parajes con la mayor biodiversidad natural de plantas y animales, especialmente de aves, en todo el recorrido del río a su paso por nuestra ciudad".

Recientemente, el Ayuntamiento toledano ha puesto en información pública para la recepción de alegaciones el denominado Plan Especial de Reforma Interior de Mejora (PERIM) 'Puente de la Cava', una actuación urbanística cuya aprobación municipal es imprescindible para la construcción del hotel. Como promotora del mismo figura la empresa Puente de la Cava S.L., que según la asociación de vecinos 'Iniciativa Ciudadana' del Casco Histórico ha sido "creada específicamente para ejecutar este negocio" y está "vinculada a miembros de la conocida e influyente familia de empresarios hosteleros e inmobiliarios Chirón-Salamanca".

Iniciativa Ciudadana, a través de sus perfiles en las redes sociales, ha advertido también de las grandes dimensiones del futuro hotel, que tendría "la longitud de un campo de futbol", supondrían "una enorme muralla" interponiéndose "entre el barrio de San Martín y el Casco Histórico". Tanto es así que, en la misma línea, la asociación de vecinos 'La Cava' alerta en la página web 'Noalhoteldelacava.es', que ha puesto en marcha para informar sobre las consecuencias de la posible edificación y oponerse a la misma, de que "desde el puro aspecto visual (...) desmerecería al título otorgado a Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad".

En dicha web, los vecinos del barrio de la Cava argumentan su negativa a la construcción del macrocomplejo por ubicarse "a escasos metros del cauce del río y en una zona que constituye el pulmón ecológico de la ciudad". Consideran, además, que provocaría un deterioro medioambiental "debido a la emisión de contaminantes, generación de residuos y una creciente demanda de agua"; que conllevaría un "aumento considerable del tráfico rodado en uno de los principales nudos de acceso a Toledo, ya de por sí bastante colapsado"; que incrementaría la presión turística mientras que los vecinos sufren "carencias en infraestructuras y servicios básicos" y que haría elevarse el precio de la vivienda en una zona "que está siendo invadida de pisos turísticos".

También temen que disminuya la calidad de vida de los residentes ya que "se prevé un aumento de la contaminación lumínica, acústica y atmosférica" y los "inconvenientes, molestias y alteraciones de todo tipo" que sufrirían durante las obras, que supondrían un "proceso de deforestación" del entorno debido al "tránsito de maquinaria pesada".

Intereses de "influyentes empresarios"

Según Iniciativa Ciudadana, "este proyecto de especulación urbanística del sector empresarial turístico fue tramitado sin oposición por el anterior gobierno local", comandado por la socialista Milagros Tolón, "que solo lo suspendió temporalmente debido a la oposición popular que generaba" ante los comicios del pasado 28 de mayo. Sin embargo, aseguran, "el gobierno local actual, con unas elecciones municipales lejanas, decidió atender los intereses de los influyentes empresarios promotores y continuar con la tramitación de este impactante macronegocio". Fuentes consultadas por este periódico aseguran que el actual Ayuntamiento está decidido a ser extremadamente escrupuloso a la hora de valorar la ideneidad del proyecto, calificado como muy sensible, por lo que su concreción no puede darse ni mucho menos por asegurada.

El Grupo Municipal Socialista, ahora en la oposición, pidió el pasado viernes al alcalde, el 'popular' Carlos Velázquez, que convoque el Consejo del Pacto de la Ciudad de Toledo por el Tajo. "Queremos conocer el estado de otras iniciativas que afectan al río y su entorno paisajístico y natural, como el hotel en la Cava, que supone un impacto paisajístico, medioambiental y también vecinal que es preciso debatir con el conjunto de la ciudadanía", afirmaban.

Para "acelerar la aprobación municipal de este proyecto de turistificación urbanística que afecta a la difícil movilidad de la zona, a la flora y fauna de ribera fluvial y al patrimonio paisajístico inmediatamente limítrofe al Casco Histórico", en palabras de Iniciativa Ciudadana, la empresa ha ofrecido en el PERIM al Ayuntamiento de Toledo "la cesión del terreno más cercano a la orilla del río, donde según la legislación estatal no puede o debe construir", algo que la asociación vecinal ha calificado irónicamente como "generoso".

Los promotores, tal y como se recoge en el PERIM, prometen "preservar el paisaje del terreno a ordenar" y "permitir la permeabilidad de vistas entre la carretera de Navalpino y el río Tajo". Para ello, garantizan que un máximo del 50 % de la longitud total de fachada edificable tendrá tres plantas, el 20 % solo dos, el 15 % una y en el 15 % no se construirán plantas sobre rasante.

Un morito común en la "Isla de los pájaros" del Tajo en Toledo.

Pero la oposición no es solo vecinal, sino también naturalista. Según SEO Birdlife, el hotel de la Cava se ubicaría a escasos metros de la conocida como "Isla de los pájaros" del Tajo a su paso por Toledo, donde habitan garzas reales, garcetas comunes, garcillas buyeras o especies catalogadas como vulnerables, como el martinete común o el morito común, por lo que su hábitat se vería seriamente amenazado.

"Con este proyecto se prevé la deforestación y pérdida de árboles y vegetación de bosque autóctono de ribera", alertan también la ONG ambiental. "Este baño diario de naturaleza puede cambiar para siempre si el PERIM de la Cava y el proyecto del macrohotel sigue adelante", finalizan.