'Stop Ganadería Industrial' ha alertado sobre la llegada de una nueva macrogranja porcina a Malpica de Tajo, un pueblo de la provincia de Toledo con 1.688 habitantes censados en 2022 y 381.333 cerdos entre ejemplares de cebo y lechones, lo que supone 225 cabezas por vecino.
Según ha denunciado la organización, la empresa promotora, Agropecuaria Los Girasoles, ha presentado el proyecto "fraccionado" en dos granjas de 2.000 cabezas cada una. Todo ello pese a que ambas instalaciones se situarán "en el mismo polígono" y "separadas por 96 metros". De hecho, "los proyectos técnicos son idénticos" y han sido "redactados por la misma ingeniera".
Con este proceder, asegura 'Stop Ganadería Industrial' mediante una nota de prensa, los promotores podrían estar incurriendo en un "presunto fraude de ley" ya que, a su juicio, pretenden sortear la moratoria dictada por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en noviembre de 2022, que impide tramitar nuevas Autorizaciones Ambientales Integradas para macrogranjas hasta el final de 2024.
La organización ha advertido a la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, además, de que la información aportada por la empresa promotora para obtener el visto bueno medioambiental "cita normas obsoletas" y "es deficiente e insuficiente, ya que no se conocen detalles ni planos de las instalaciones, balsas de purines, autorizaciones y solicitudes de sondeos, etc".
Por otro lado, recuerdan que el término municipal de Malpica de Tajo es considerado por la Administración regional zona vulnerable a nitratos y que la carga ganadera de la localidad "no ha parado de crecer en los últimos años". Solo Agropecuaria Los Girasoles ya cuenta allí con 20.880 cerdos de cebo y 85.590 lechones, según 'Stop Ganadería Industrial' citando datos oficiales.
Además, afirman que el Servicio de Medio Natural de Toledo, pese a haber emitido un informe favorable, ha certificado la presencia constatada de lince ibérico en el entorno del nuevo proyecto y ha alertado de que "la balsa de purines supone la introducción en el territorio de un riesgo para la fauna silvestre, que podría quedar atrapada en caso de caída accidental". Y también ha advertido de que "el vallado perimetral alrededor de toda la parcela, tal como se plantea en el proyecto, podría suponer el fraccionamiento del territorio al interrumpir los corredores naturales existentes y que la ubicación del proyecto se engloba en un mosaico de parcelas colindantes que podrían ser propicias para aves esteparias".
Dos empresas diferentes
Mediante otra nota de prensa, la Asociación Regional de Ganaderos de Porcino de Castilla-La Mancha (ARGAPOR CLM) ha denunciado el "acoso que está sintiendo el sector desde hace ya varios años por parte de grupos animalistas", a los que ha acusado de "falsear la información con la intención de confundir al ciudadano".
Así, AGAPOR CLM asegurado que las dos granjas proyectadas en Malpica de Tajo son "totalmente legales" y ha negado que pertenezcan a la misma empresa. Además, aunque han reconocido que "es cierto" que las parcelas en las que se van a instalar "son colindantes", han asegurado que también son "lo suficientemente largas para que las naves correspondientes se sitúen a 1,2 kilómetros de distancia la una de la otra", por lo que cumplirán "sin ningún tipo de problema la separación sanitaria establecida por la normativa".
De igual forma, los productores toledanos de porcino han defendido "un animal en una granja de grandes dimensiones tiene el mismo espacio, disfruta del mismo confort y se alimenta de lo mismo que en una explotación de pequeño tamaño, siendo más eficiente y teniendo una huella de carbono inferior" por cada ejemplar. También ha afirmado que la ganadería intensiva permite ofrecer unos precios de la carne ajustados, que se harían "inasumibles" en caso de apostar únicamente por la extensiva.
Por último, han considerado "totalmente absurdo vincular el número de habitantes de una población por el número de cerdos". "Obviamente, las explotaciones se sitúan en zonas rurales y pretendemos, en lo posible, alejarnos de los núcleos de población. Si vinculamos cualquier actividad industrial en zonas rurales va a dar coeficientes elevadísimos: en Valdepeñas, por ejemplo, se producen 1.200 botellas de vino por persona", han finalizado.