"Cuando vi la cancelación de una localidad de mi región inmediatamente le pedí al concejal de Cultura que la contratara". Así se ha pronunciado este jueves el alcalde socialista de la localidad albaceteña de La Roda, Juan Ramón Amores, tras anunciar la contratación de la obra "Qué difícil es" a raíz de su polémica cancelación en Quintanar de la Orden, que ha tenido amplio eco en medios nacionales y hasta se ha referido a ella el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles en el Congreso.
La obra se representará a las 18 horas en la Casa de la Cultura de La Roda el próximo 28 de enero y, como se sabe, es una coproducción de Los Noventa Producen y Mandanga Producciones cancelada por el Ayuntamiento de Quintanar de la Orden, gobernado por el PP y Vox, porque, según alegaron los productores, la representación contaba con actores en ropa interior, una versión desmentida por la concejal de Cultura, María del Carmen Vallejo, quien explicó que tenía dudas sobre si la representación sería o no del agrado del público.
El alcalde de La Roda, contratando ahora esta obra dirigida por Esteban Roel, quiere demostrar, según ha dicho, que en su pueblo "no censura y ahora ni nunca". A juicio de Amores, es "intolerable" que se "censuren manifestaciones artísticas" como ésta "simplemente" por salir en ropa interior, en alusión a la suspensión de esta obra prevista para el 27 de enero en la localidad toledana.
El alcalde rodense ha asegurado que lo que es un "verdadero escándalo" no es que estos actores aparezcan en "calzoncillos"; si no que partidos "democráticos" tomen estas decisiones en base a argumentos "alejados de la libertad de expresión artística que supone este montaje", algo que, en su opinión, "no tiene otro nombre que el de censura".
Gran polémica
Como viene informando EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM, las reacciones políticas a la cancelación de Quintanar de la Orden han sido numerosas, entre ellas el rechazo a la "censura" del propio Gobierno de Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha y distintos representantes del PSOE, PP y Vox, que se han cruzado acusaciones en los últimos días a raíz de esta polémica. La portavoz del Ejecutivo autonómico, Esther Padilla, calificó este caso como una "flagrante censura" y un retroceso en cultura.
Este mismo jueves distintos portavoces de los tres partidos han vuelto a la polémica y, mientras el PSOE insiste en la "censura", el PP cree que se trata de un caso evidente de distracción socialista para desviar la atención de la "grave" situación política en España y en Castilla-La Mancha. La diputada popular Tania Andicoberry ha dicho, en este sentido que, la cancelación de la obra de teatro es "una cuestión local" y el PSOE lo ha utilizado para no hablar de los problemas del país.
"Todo lo que sea distraer la atención ante la grave situación que están provocando Pedro Sánchez y el PSOE, el PSOE lo va a intentar explotar", ha señalado la parlamentaria autonómica, quien ha agregado que el PSOE "se agarra a cualquier cosa" para que "no se hable" de los "atropellos" que están sucediendo, entre los que ha citado el "ataque" al estado de derecho, a la igualdad de los españoles y a la Constitución, y el "daño" al poder judicial.
"Sin intención"
Por su parte, la diputada socialista Paloma Jiménez ha señalado que la cancelación de la obra de teatro evidencia que el PP "no apuesta por la libertad y la igualdad" y avanza "censuras" a la cultura. Ha rechazado que se trate de un asunto local, como defiende el PP, sino que es un tema de actualidad que hay que afrontar y tratar: "¿Quién se cree que el PP no sabe lo que ha pasado en Quintanar? ¿Quién se cree que es un tema de ámbito local?".
Por su parte, el presidente de Vox en Toledo, Daniel Arias, ha asegurado que en la cancelación de la obra de teatro en Quintanar "hay nula ideología" y que la edil de Cultura adoptó esa decisión "sin haber visto la obra" y, sabiendo de qué iba, creyó "que no iba a ser interesante para el pueblo".
"Todo el que conoce los pueblos de nuestra provincia y de La Mancha sabe perfectamente que hay que ponerse en la cabeza de un concejal que es, al final, el que repercute la decisión que se toma. Y la tomó sin ninguna ideología, sino pensando en que era una obra de teatro que no había visto, sabiendo un poco de qué iba y creyendo que no iba a ser interesante para el pueblo. Pero sin ninguna otra intención" ha añadido.