El paso de la conducción Picadas-Toledo, inmerso en obras de reconstrucción, será a finales de este año sinónimo de blindaje y adaptación a la situación climática, y garantizará el abastecimiento de agua a 365.000 personas y 72 municipios que se vieron afectados tras la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) de septiembre de 2023.
Como recuerda la periodista de EFE Silvia Bejarano, este sábado 2 de marzo se cumplen seis meses de la DANA que causó estragos en numerosas localidades de la provincia toledana y en la propia capital que, por una gran avería, dejó sin agua durante nueve días a miles de vecinos de decenas de municipios, en el que ha sido el episodio más grave de la historia en materia de desabastecimiento en esta zona.
Así lo describe el director técnico de Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha, Fernando Payán, quien ha recordado que la incidencia sufrida en septiembre del año pasado sucedió a partir de los efectos de la DANA en el municipio de Aldea del Fresno (Madrid), que supuso una avenida que estadísticamente se produce cada 500 años y una crecida en el río Perales que derribó tres puentes.
Uno de estos puentes, ha explicado Payán, era el que sustentaba la tubería de abastecimiento de Picadas que suministra agua potable a 72 municipios de la provincia de Toledo y al entorno de 365.000 personas incluida la capital, lo que supone aproximadamente el 50 por ciento de toda la población de la provincia de Toledo.
Tras un análisis rápido de la situación de la propia infraestructura afectada y del sistema de abastecimiento, Payán ha señalado que Infraestructuras del Agua estableció una estrategia enfocada en dos frentes.
El primer frente era relativo al suministro de agua potable a la población, que se hizo a través de la potabilizadora ubicada en Seseña que forma parte del sistema de abastecimiento y que da agua a 30 municipios, una acción completada con camiones cisterna, garrafas y los pozos de los municipios que estaban disponibles, mientras que la ciudad de Toledo recuperó la conexión con el embalse del Torcón.
El segundo frente, ha recordado, consistió en reanudar el suministro de Picadas "lo antes posible" y, en este sentido, Payán ha destacado que fueron capaces de construir una plataforma en el lecho del río Perales y levantar una torre de apeo que sustentara la tubería una vez que se pusiera en funcionamiento.
Algo que, ha subrayado, se logró hacer en nueve días, desde el 4 al 13 de septiembre, y aunque ese período de tiempo se hizo "un poco largo", ahora con perspectiva ha considerado que se llevó a cabo con "agilidad y eficacia" en los tiempos de respuesta ante una incidencia del tal magnitud.
La obra pasa a la CHT
Después de la reparación de urgencia que permitió reanudar el abastecimiento de agua para todos los municipios afectados, que es competencia de Infraestructuras del Agua, la obra pasó a manos de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) por ser la titular de la infraestructura.
En este punto, el director técnico de la empresa pública de Castilla-La Mancha ha incidido en que la obra se tiene que realizar con una tubería que está en funcionamiento y, por tanto, la CHT tiene que estar coordinada con Infraestructuras del Agua en tanto que es la encargada del servicio de abastecimiento. Debido a la envergadura de dichas obras, la CHT ha dividido su ejecución en tres fases y en total invertirá 3,9 millones de euros.
La primera de las fases, ha detallado Payán, ya está finalizada y ha consistido en la modificación de todo el cauce del río y la construcción de una nueva torre de apeo cimentada, para lo cual se ha llevado a cabo el levantamiento de la tubería en una operación de corte programado que duró varias horas pero que, gracias a la coordinación entre las dos administraciones, no ha conllevado ningún desabastecimiento de la población.
En la actualidad, la obra se encuentra con un 50 por ciento del total encauzado y está en la segunda fase, que incluye la instalación de cuatro nuevas torres con una cimentación profunda, dos a cada lado de la tubería, lo que aparte de sujetar la tubería y darle más seguridad, también servirá de infraestructura auxiliar para la construcción de la solución definitiva.
La solución definitiva
Y la solución definitiva constituye la que será la tercera fase de la obra, según Payán, con la ejecución de una estructura de acero en forma de arco, de unos ocho metros de ancho y unos 80 metros de largo, que supondrá que la tubería estará exenta de apoyos en el cauce.
Para Infraestructuras del Agua, ha precisado, esta solución "se adapta muy bien" a los objetivos perseguidos que pasan por dar ese sustento estructural a la tubería, proporcionar un ancho suficiente en la plataforma del tablero para que permita desdoblar la tubería en un futuro, y la adaptación a la nueva situación climática.
A este respecto, Payán ha hecho hincapié en las DANAS sucesivas que se producen en el centro peninsular, que antes solo se daban en la parte mediterránea, y ha subrayado que la estructura, al estar exenta de apoyos en el cauce del río, permitirá que sucesivas avenidas y crecidas no afecten a la estabilidad de una tubería tan "esencial y crítica" del abastecimiento de más de 365.000 personas en la provincia de Toledo.
De esta manera, la infraestructura no volverá a estar en peligro tras la finalización de la obra a finales de este año 2024 o principios del 2025, y podrá resistir el envite de nuevas DANA, lo que a su vez supondrá que no vuelva a repetirse el episodio más grave al que se ha enfrentado Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha.