La reforma del Ayuntamiento de Miguel Esteban, un pueblo de la provincia de Toledo que no llega a 5.000 habitantes, ha obtenido uno de los Premios AMAD en la categoría 'Rehabilitación'. Estos galardones, tal y como ha informado el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (COACM), tienen como objetivo reconocer proyectos de arquitectura caracterizados por un uso destacado de la madera.

El proyecto rehabilitador, culminado en 2023, corrió a cargo de Jesús Corroto y a Jorge Sánchez, del estudio toledano 'Corroto Arquitectura', que se suma a otros de fama internacional como 'Foster + Partners' o 'SUMA Arquitectura' en la nómina de galardonados por los Premios AMAD, que este 2024 han alcanzado su quinta edición.

"Nos presentamos al concurso con la humildad de Castilla-La Mancha, de nuestro proyecto de rehabilitación del Ayuntamiento de un pueblo de 5.000 habitantes, que contaba con un presupuesto muy ajustado y cuya seña de identidad ha sido la no demolición de los tres edificios patrimoniales que tenía la casa consistorial original", ha asegurado Jesús Corroto.

El arquitecto toledano, que también es gerente del Consorcio de la Ciudad de Toledo, ha explicado que "el conjunto original tenía mucha verdad arquitectónica que no solo hemos respetado, sino que hemos intentado potenciar desde un enfoque contemporáneo". "La fusión, que respeta el origen de la construcción, pero interpretándolo de una manera contemporánea, nos ha proporcionado un edificio luminoso, sostenible, un espacio no acostumbrado, pero que los ciudadanos valoran muy positivamente", ha añadido.

Tal y como ha detallado el COACM, los integrantes de Corroto Arquitectura buscaron y encontraron los planos originales del edificio, dibujados por el arquitecto Ibáñez Ibero en 1882, un tesoro documental que ha permitido en pleno siglo XXI estudiar el concepto primigenio y las dependencias que se construyeron entonces -el patio, las escuelas, la antigua cárcel o el juzgado- con el fin de "recuperar sus trazas, a partir del origen y la concepción de las construcciones".

Los tres edificios

El Ayuntamiento había sufrido una superposición de edificaciones que habían hecho desaparecer su esquema inicial de patio manchego. Por eso, apoyándose en la investigación previa, desde Corroto Arquitectura decidieron retomarlo, devolviendo al edificio su patio original como concepto de gran distribuidor diáfano de espacios múltiples y regulador de la luz natural.

La Casona, del siglo XIX, contaba con un patio central bajo un lucernario que alojaba unas elegantes carpinterías de estilo modernista y unos suelos hidráulicos con motivos decorativos neomudéjares e historicistas. La intervención partió de la recuperación de los elementos con valor patrimonial de esta edificación con estructura de casa patio: muros de tapial enfoscados con morteros de cal y encalados de blanco, y forjados de madera con una transición en planta primera a base de bovedillas y de las primeras viguetas de hormigón conocidas en la zona.

En la Casona, además, se han restaurado los elementos patrimoniales, como el lucernario, las carpinterías, las barandillas o la escalera, gracias al trabajo de maestros artesanos de la zona, y se han reutilizado las baldosas hidráulicas originales con criterios de composición contemporáneos, mediante el empleo de un código de color que marca las transiciones.

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Por último, el Casino es una edificación del siglo XX construida con grandes cerchas metálicas, diseñadas para sostener el peso de grandes aforos por su uso como sala de fiestas populares. Sobre esta estructura tectónica, respira expandiéndose ligero, generando un juego de volúmenes de madera que pretende equilibrar la fragmentación de las cubiertas tradicionales. Construido en los años sesenta, "allí, se bailaba la Jota de la Mancha sobre estas estructuras extraordinariamente resistentes, que no vibraban", ha explicado Corroto.

El estudio de arquitectura toledano tuvo claro que había que conservar todo este acervo, procedente de distintas épocas, para lo que creó una tercera planta, con estructura de madera, cubiertas fragmentadas y un lucernario, que es el patio original de los planos de Ibáñez Severo. "Así logramos fusionar los tres edificios en uno sólo, respetando su historia y a quienes los pensaron y construyeron", ha relatado el arquitecto.

El arquitecto Jesús Corroto, en el centro, recogiendo el galardón.

El resultado, según el COACM, es un homenaje a la arquitectura vernácula, transformando lo tradicional en un espacio público, vibrante y sostenible. Este enfoque, que prioriza la conservación sobre la construcción, no solo preserva la historia, sino que también ofrece una visión circular para el futuro de la arquitectura rural, dicen.

"Como arquitecto castellano-manchego, creo que es fundamental utilizar los materiales y la tradición constructiva de la región. Nuestro propósito ha sido el de convertir las raíces de la construcción y la arquitectura de Castilla-La Mancha en un valor contemporáneo. No nos inventado historias o aplicado otras de fuera de nuestro territorio a este proyecto. Hemos analizado lo que teníamos y lo hemos elevado a la categoría de arquitectura útil, hábil y humilde, tratando de hacer virtud de la naturalidad de la Mancha, algo que, obviamente, ha apreciado el jurado. Por eso, cuando se hacen presentaciones de libros en Miguel Esteban y el autor dice públicamente que le parece que está en Barcelona o en Ámsterdam yo pienso que, sencillamente, está en Castilla-La Mancha, la tierra de la mejor novela de la historia", ha finalizado Corroto.