Castilla-La Mancha, tal y como atestiguan numerosos hallazgos arqueológicos, ha estado habitada desde tiempos prehistóricos. En torno al siglo IV a. C., las culturas ibérica y celtibérica estaban ya asentadas en los territorios que hoy conforman esta comunidad autónoma, y a finales del siglo II a. C. se tiene constancia también de incursiones romanas que unificaron las diferentes tribus que habitaban en la península.
Posteriormente, llegaron los visigodos y los germánicos, quienes establecieron la capital religiosa y política en Toledo. Más adelante, ya en el siglo VIII, los árabes conquistaron el país y gran parte de la comunidad perteneció a la taifa de Toledo, que tres siglos más tarde fue recuperada por los cristianos.
Toda esta mezcla de culturas quedó patente en numerosos pueblos de la región conocidos por su gran patrimonio histórico. Sin embargo, muy poca gente sabe cuál es el municipio más antiguo de Castilla-La Mancha. Este está ubicado en la provincia de Toledo y en la actualidad tiene 2.535 habitantes.
Villarrubia de Santiago
Se trata de Villarrubia de Santiago, una localidad que estuvo poblada por íberos, romanos y árabes, y que alcanzó en la Edad Media su época dorada. Su antigüedad queda patente en los restos arqueológicos de tiempos prehistóricos.
Este municipio estuvo estrechamente vinculado a la Orden de Santiago, de donde tomó su nombre. Fue en el año 1204 cuando lo fundó el maestre Fernán González de Marañón, y a día de hoy cuenta con numerosos monumentos muy interesantes.
Entre los lugares más relevantes para visitar se encuentran la Iglesia de San Bartolomé, la Casa de Lara, la Ermita del Castellar y el yacimiento arqueológico del Hoyo de la Serna, el más antiguo hallado hasta la fecha en la región.
Algunas curiosidades, como la maleta olvidada aquí por Santa Teresa en su peregrinar por tierras castellanas fundando conventos, y sus vinos, galardonados con interesantes distinciones son, sin duda, un buen reclamo para conocer más el pueblo.