Si el legado del poeta literario del poeta Gustavo Adolfo Bécquer es inmortal, desde hoy también lo será un poco más uno de los recuerdos materiales que dejó en su paso por Toledo. Este viernes, el colegio Fábrica de Armas ha acogido la plantación de un clon del laurel que el escritor y su hermano sembraron en la casa que compartieron en la capital castellano-manchega y que 156 años después sigue en pie.
La historia de este simbólico árbol se remonta a 1868. Aquel año, Gustavo Adolfo y Valeriano decidieron plantar un laurel -un árbol muy simbólico en el mundo de la poesía- en la casa de la calle San Ildefonso que ocuparon durante dos años. Así quedó reflejado en las cartas que el poeta envió a su familia y mediante las cuales una de sus sobrinas pudo localizar el inmueble en 1919, según ha explicado el director general de la Real Fundación de Toledo, Eduardo Sánchez Butragueño.
Este árbol, que ha aguantado los rigores de más de siglo y medio de existencia, fue elegido para integrar el 'Vivero Histórico', un proyecto que unió a la Real Fundación de Toledo y a la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha hace dos años con el objetivo de 'clonar' árboles representativos de la ciudad como el ciprés que el sobrino de Benito Pérez Galdós plantó en los jardines del Cigarral de Menores en 1921, el almez de la ermita de la Virgen del Valle o el taray de Safont.
De este laurel, se han clonado una decena de ejemplares combinando la germinación a través de semillas con el esqueje. Uno de ellos es el plantado este viernes en el colegio de la Fábrica de Armas, cerca del vivero, donde a partir de ahora los alumnos serán los encargados de cuidar este pedacito de historia.
Otro de los ejemplares clonados, según ha explicado Sánchez Butragueño, se plantó hace año y medio en el parque temático Puy du Fou, pero "por desgracia no prosperó" y volverá a ser repuesto.
Respecto al árbol original, el director general de la Real Fundación ha explicado que sigue vivo aunque "un poco viejo" después de sufrir muchos avatares como "podas, incendios, nevadas, olas de calor y olas de frío".
Por su parte, el vicepresidente de la Real Fundación, Jesús Carrobles, ha puesto en valor que Toledo sea "una ciudad que conserva perfectamente ese entorno urbano y, además, es un lugar de memoria, un lugar que acumula una serie de vivencias, y esto da lugar a que Toledo tenga árboles con memoria, que es lo fundamental de este proyecto".
"Los árboles ya no crecen donde quieren, sino donde los hombres los seleccionan y, en ese sentido, se convierten en formaciones culturales que a veces aportan tanto valor como cualquier otro monumento", ha agregado.
A este simbólico acto también han acudido la delegada provincial de la Consejería de Desarrollo Sostenible en la provincia de Toledo, Montserrat Muro; la vicerrectora de Coordinación, Comunicación y Promoción de la UCLM, Leonor Gallardo; el concejal del Río Tajo, Medio Ambiente y Deportes, Rubén Lozano; y el concejal de Educación, Daniel Morcillo.