El mercado de abastos de Toledo, situado en el Casco histórico de la capital regional, contará con un supermercado La Despensa cuando abra sus puertas tras su rehabilitación integral. El proyecto de reforma de este inmueble de uso comercial, declarado Bien de Interés Cultural en 1998, cuenta con un presupuesto de 1,22 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation vinculados al Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia.
Disagro Distribuciones Ribereñas, que desde el año 2014 ha sido titular de esta concesión administrativa municipal, cederá al Grupo Eco Mora -empresa familiar toledana del sector de la distribución minorista y propietaria de la enseña La Despensa-, el contrato de explotación del negocio locomotora del mercado de abastos. El acuerdo entre ambas compañías ha sido ya comunicado formalmente al Ayuntamiento de Toledo, que ahora tendrá que autorizar de forma previa y expresa la subrogación.
El asunto será analizado en las próximas semanas por la Junta de Gobierno Local, ya que es el órgano competente para evaluar si La Despensa cumple con los requisitos estipulados en el contrato de una concesión que data de abril de 1999 y que fue otorgada por un periodo de 50 años, y que, por tanto, concluirá en 2049.
No es la primera vez que la concesión para explotar del súper del mercado de abastos, que cuenta con una sala de venta de 632 metros cuadrados, cambia de manos. Longinos Velasco, el primer concesionario, cedió el contrato en febrero de 2014 a Disagro Distribuciones Ribereñas. Hace ahora una década, el Ayuntamiento de Toledo aprobó el cambio tras comprobar que se cumplía el requisito legal de que ya había transcurrido el 20% del período de vigencia del contrato.
Un requisito que vuelve a cumplirse ya que la actual concesionaria lleva ya diez años explotando el supermercado. Además, Disagro, integrada en la cooperativa Unide, tuvo que abonar 30.050,61 euros en concepto de garantía y la cesión tuvo que elevarse a escritura pública. El documento menciona expresamente la subrogación del cesionario en los derechos y obligaciones exigidos al cedente.
El establecimiento que La Despensa abrirá en el Mercado de Abastos será la sexta tienda del grupo en la capital regional que ya está presente en los barrios de Buenavista, Santa Bárbara, La Legua, Santa Teresa y Santa María de Benquerencia.
30 de septiembre, plazo máximo para acabar las obras
Los trámites administrativos para autorizar el cambio de empresa que explotará la concesión del supermercado avanzan parejos a las obras dentro del mercado de abastos, que deben concluir y ser entregadas antes del 30 de septiembre para no comprometer la llegada de los fondos europeos.
"Las obras no van mal, pero los plazos son muy ajustados por lo que toda la velocidad que se imprima será poca", explica Juan María Marín, concejal de Promoción Económica y Empleo, que explica que los servicios técnicos municipales están trabajando en las cláusulas de los contratos que regirán las concesiones de los otros cinco puestos existentes en la planta baja del mercado, que habían caducado en 2017. Ninguno de ellos saldrá a concurso puesto que los comerciantes que explotaban los puestos hasta antes del cierre seguirán al frente de ellos tras la remodelación.
"Los contratos con los puestos individuales había expirado hace 7 años por lo que se encontraban en una prórroga ficticia sin sustento jurídico alguno para poder continuar en ellos. No obstante, el actual Ayuntamiento no quiere perjudicar a estos comerciantes y se les va a respetar el puesto haciendo una nueva contratación para regularizar una situación irregular", señala Marín. Los comerciantes afectados, con los que el Ayuntamiento mantiene "conversaciones cordiales y fluidas", según las define el edil de Promoción Económica y Empleo, han visitado ya las obras para que conozcan de primera mano los trabajos que afectan a sus puestos y puedan hacer aportaciones.
Mejoras en aislamiento, climatización e iluminación
Las obras de reforma integral del mercado de abastos, adjudicadas a Imesapi, consisten en la mejora del aislamiento térmico tanto de la fachada como de la cubierta, que carecía de impermeabilización. Además, se procederá a renovar tanto la carpintería exterior como los lucernarios existentes en este edificio de planta trapezoidal que cuenta con una planta baja y un semisótano.
Asimismo, se procederá a renovar por completo el sistema de climatización. Para ello se instalarán equipos de mayor rendimiento y eficiencia energética que permitan una correcta renovación del aire de interior del edificio. También se modernizará toda la iluminación tanto de la zona de supermercado como de las zonas comunes y de las de servicio. Por último, se renovarán todos los solados, se reformarán los aseos y los vestuarios, se modernizará la instalación eléctrica y se mejorará la accesibilidad del edificio.
Historia del mercado de abastos
Emplazado en el lugar donde desde el siglo XVI se vendían los productos frescos de la ciudad, fue en el siglo XIX cuando se levantó́ el primer edificio descrito con una portada decorada con un escudo de la ciudad y una distribución de galerías cubiertas sostenidas por arcos y columnas de piedra en torno a un patio central, del que no quedan testimonios gráficos.
En 1895, coincidiendo con la apertura del nuevo Matadero Municipal junto a la Puerta del Cambrón y debido al grave estado deteriorado de la Lonja, esta se cerró́ y se iniciaron los procesos para la ampliación del inmueble y convertirlo en mercado municipal. Durante esta etapa la venta de los productos se trasladó́ a las calles aledañas. De hecho, aún perviven en los muros catedralicios los números de dichos puestos alimenticios.
A principios de 1896 se aceptaba la propuesta del arquitecto municipal, José́ Ramón Ortiz, volcada en atender la higiene y la ventilación, así como la generación de un gran espacio diáfano de superficies pulidas a través de materiales innovadores propios del momento (hierro, mármol, cerámicas vidriadas, ladrillo fino, teja plana y vidrios deslustrados), reto que no resolvió.
En 1898 ya se había ejecutado el sótano en torno a un patio central y los muros de la planta principal del proyecto primitivo, pero no fue hasta 1912 cuando se retomaron las obras tras un ajuste del proyecto en plena arquitectura del hierro, y se completó́ la planta baja del inmueble con las galerías interiores alrededor del patio central que daba luz y ventilación a estas naves de venta y al sótano. Tal hueco se cegaría en la reforma que se efectuó en 1985 para lograr así más superficie comercial.