El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, y varios concejales de la Corporación Municipal han visitado este miércoles las calles Descalzos y Calvario que abrirán este jueves al tráfico tras la finalización de las obras que comenzaron a finales de enero.

Una intervención en 5.000 metros cuadrados que ha consistido en la reforma integral del pavimento en la calle Descalzos y la sustitución del canto rodado de la calle Calvario, muy deteriorado desde hace años, además de la renovación del antiguo saneamiento, ya que cuando llovía, causaba problemas a los vecinos.

Durante esta visita, Velázquez ha asegurado que la obra en este eje de comunicación fundamental para el Casco Histórico "ha sido muy importante" y a pesar de haber tardado algo más de tiempo en la ejecución de la obra, "llegamos a tiempo para la normalidad de septiembre y el inicio del curso escolar".

Antes y después de la obra en Descalzos y Calvario.

Por ello, el alcalde ha destacado la celeridad y la eficacia de los técnicos del Ayuntamiento y de los trabajadores de la empresa adjudicataria, para solventar los problemas que han surgido durante la intervención. Velázquez ha compartido la visita con los vecinos del barrio, que han agradecido la intervención, y ha escuchado sus demandas relacionadas con el aparcamiento en la zona.

El presupuesto de la intervención incluida en la rehabilitación de firmes y pavimentos del eje Zocodover-Ayuntamiento-Reyes Católicos-Calvario y Descalzos, asciende a casi 1,2 millones de euros, y está cofinanciada con fondos europeos.