F. Franco Alberto Morlanes

El estacionamiento regulado, más conocido como la ORA, contará próximamente en Toledo con un cuarto color que se unirá al verde, al naranja y al azul. Será previsiblemente el magenta, aunque la decisión sobre el nuevo código visual aún no está tomada.

El Ayuntamiento tiene previsto implantarlo en dos de los aparcamientos disuasorios de la ciudad, con el fin de que los no empadronados tengan que pagar por aparcar en estas plazas, que seguirán siendo gratuitas para los vecinos de Toledo.

La ORA magenta comenzará a funcionar en el aparcamiento de Safont y en la parcela municipal que el Ayuntamiento de Toledo habilitará en el entorno del hospital universitario.

El solar elegido se encuentra entre las calles río Cabriel, río Guadalimar y río Guadalmena, en las inmediaciones de la Escuela de Administración Regional y los servicios centrales del Sescam.

Se trata de una alternativa al aparcamiento del propio centro sanitario, cuyo precio recibe las críticas de los familiares de los pacientes ingresados y de quienes acuden a realizarse pruebas diagnósticas o a las consultas.

"Los cambios en las líneas de autobuses son inminentes"

Así lo ha adelantado a EL ESPAÑOL- EL DIGITAL DE CLM, el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, que asegura que en este segundo año de legislatura se va a producir una "auténtica revolución de materia de movilidad" que comenzará de "forma inminente" con los cambios en las líneas de autobuses. El Ayuntamiento tiene previsto que las modificaciones comiencen este mes de septiembre o a primeros de octubre.

"Hemos escuchado todas las opiniones y hemos recibido las aportaciones de los vecinos a través de la página web que, por cierto, ha tenido mucha actividad. Así que creo que ha llegado la hora de modificar las líneas de autobús y adaptarlas a la nueva realidad de la ciudad".

"El Casco es ya de facto una Zona de Bajas Emisiones"

Lo que va tomando forma es la creación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). A la vez que se están culminando los trabajos de instalación de las cámaras y el resto de infraestructura que le dará soporte, el equipo de Gobierno trabaja en la redacción de la Ordenanza, que seguirá el esquema de la elaborada en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

Aunque las cámaras se están instalando por las principales arterias de la ciudad, la Zona de Bajas Emisiones de la capital regional estará circunscrita al Casco histórico.

"En el Casco, ya existe, de facto, una Zona de Bajas Emisiones porque en este barrio ya hay zonas que están limitadas al tráfico desde hace años. Por tanto, creo que sería absurdo establecer limitaciones al tráfico donde no hay problemas para la contaminación por el mero hecho de haber puesto unas cámaras que controlen las matrículas y los vehículos", explica Velázquez. E insiste en que el modelo no será "coercitivo" ni se realizarán "seguimientos" arbitrarios que puedan acabar en sanción.

Carlos Velázquez durante la entrevista. Javier Longobardo

"El objetivo de las zonas de bajas emisiones es combatir la contaminación", subraya el alcalde. No obstante, reconoce que los dispositivos que se están colocando para regular el tráfico y realizar determinadas actuaciones cuando haya altos índices de contaminación en el aire también servirán para mejorar la seguridad en la ciudad colaborando con las fuerzas y cuerpos de la Seguridad del Estado en la detención de delincuentes. "Quien nada oculta nada teme", enfatiza.

"Es algo obvio y creo que es algo que nos piden los ciudadanos", sostiene el alcalde. En este sentido, recuerda el caso de Mateo, el niño asesinado en agosto en Mocejón. Un crimen en el que se pudo detener al autor de los hechos gracias a una cámara.

Aparcamiento para vecinos del Casco en Alamillos del Tránsito

Otra de las novedades relacionadas con la movilidad tiene que ver con la creación de aparcamientos para residentes en el Casco histórico. Aunque Velázquez prefiere mantener la prudencia y señala que su ubicación en Alamillos del Tránsito como ya publicó este periódico “es sólo una posibilidad”, lo cierto es que el Consorcio ya trabaja en el proyecto en este solar que pertenece a la Diputación de Toledo.

De lo que nada sabe aún el Ayuntamiento de Toledo es de las obras del tercer carril en la TO-23, una obra que corresponde al Ministerio de Transportes, titular de la vía. "Ojalá que de una obra que se anunció que iba a estar terminada para hace dos años, tuviéramos al menos noticias de cómo avanza. Pero no existe ningún diálogo. Y es algo que lamento como alcalde, porque no es bueno para la ciudad de Toledo, que debe estar más allá de cuestiones electoralistas o partidistas", concluye Velázquez.

Una afirmación que viene acompañada de un vaticinio que preferiría que no se cumpliera: "Los colegios devolverán la normalidad a nuestras calles y esa normalidad traerá los atascos que llevamos sufriendo durante años".

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