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Algo más de 1,58 millones de euros procedentes de los fondos europeos permitirán transformar la senda ecológica en un anillo verde accesible, que se podrá disfrutar tanto paseando como en bicicleta.

Las actuaciones previstas, que se extenderán desde el puente de Alcántara hasta el campus de la Fábrica de Armas y el entorno del yacimiento de la Vega Baja, se han dividido en dos licitaciones. Ambas se han tramitando por el procedimiento de urgencia.

La primera de ellas se centra en el tramo de la senda ecológica comprendido entre la Universidad y el puente de San Martín, tal y como avanzó EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM, y ha sido adjudicada por 872.333,76 euros a Construcciones Antolín García Lozoya, ha confirmado este miércoles durante una rueda de prensa el concejal de Fondos Europeos y portavoz municipal, Juan José Alcalde.

Juan José Alcalde, portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Toledo, presentó ayer la intervención.

A la licitación, que salió a concurso por un importe máximo de 1.099.090 euros, se presentaron un total de 10 empresas. Además de la adjudicataria, Antonio Miguel Alonso e Hijos, Novalia Solutions, Trento Arquitectura, Seranco, Gosadex, la UTE integrada por Desarrollos Técnicos Ardosán e Infraestructura Forestal y Medio Ambiente, CEVIAM EPC, FOSÁN Gestión y Construcción y CIMASA, empresa de Construcción e Ingeniería presentaron ofertas.

Las obras, ha señalado el concejal, comenzarán en las próximas semanas y tendrán un plazo máximo de ejecución de ocho meses. Se inscriben "en el desarrollo e implementación del Plan Movilidad Sostenible, que incorpora la recuperación de la senda ecológica para hacerla completamente practicable en bicicleta y facilitar el paso andando o en bicicleta de una orilla a otra". "El objetivo es incorporar al río Tajo y su entorno natural, ambiental, histórico, artístico y cultural en la oferta turística de Toledo y utilizarlo como palanca de impulso a la sostenibilidad turística", ha añadido Alcalde.

Proyecto de José Luis Juzgado

El proyecto, redactado por José Luis Juzgado, no pretende sólo mejorar la conexión de la ciudad con esta aislada senda de ribera, sino convertirla en un elemento conector, especialmente entre zonas del Casco histórico.

En la actualidad, este tramo de la senda ecológica es muy disfuncional, por los problemas de accesibilidad y conexión que presenta y que dificultan su uso.

Croquis de los tramos de la senda ecológica donde se va a intervenir.

A esto hay que sumar el deterioro de su pavimento, su falta de continuidad, la inseguridad que produce la inexistencia de iluminación y la presencia de espacios de visibilidad reducida.

Además, el Tajo queda separado del paseante en amplios tramos, unas veces por seguridad y otras por la densa vegetación de ribera, que impide la contemplación de alguno de los elementos del patrimonio histórico y cultural que jalonan un cauce que abraza el Casco.

Esta nueva forma de usar y de disfrutar el Tajo, que también se pretende incorporar a los itinerarios turísticos conlleva actuar sobre cinco tramos de la senda ecológica. En todos ellos se mejorarán las condiciones de conservación, accesibilidad, iluminación, pavimentación e integración con la ciudad. Las zonas de intervención son las siguientes:

  1. Calle San Pedro el Verde
  2. Basílica del Cristo de la Vega
  3. Puente de la Cava
  4. Torreón del Baño de la Cava
  5. Puente de San Martín

La zona punteada delimita los trabajos en el acceso a la senda desde San Pedro el Verde.

Pocos toledanos conocen que desde la calle San Pedro el Verde existe un acceso a la senda ecológica, próximo a la senda de las moreras de Vega Baja, que atravesando el yacimiento arqueológico, llega hasta la avenida Mas del Ribero. Además de señalizar con un tótem informativo la entrada a la senda, también se renovará el pavimento, utilizando un material terrizo tipo Aripaq. También se marcará y acotará el ancho del recorrido con bordillos y pletinas y se retirará la vegetación no autóctona.

Acceso junto al Cristo de la Vega

Los trabajos también se centrarán en conectar la senda con el entorno del paseo del Circo Romano y el centro Cultural San Ildefonso y la Basílica del Cristo de la Vega. La zona de la Cava se plantea como un nudo principal de acceso a la senda. Los trabajos se centrarán en habilitar una nueva conexión peatonal diseñada como prolongación del paseo del Circo Romano.

El acceso a la senda desde el Cristo de la Vega necesitará una intervención integral que incluye paviment o e iluminación.

Esta entrada al anillo verde del Tajo será accesible y ciclable desde la rampa que comunica la Puerta del Cambrón con la pasarela sobre la avenida de la Cava, conectando sin escaleras el Casco histórico con la senda.

Para conseguirlo será necesario actuar sobre un recorrido serpenteante sin señalización ni iluminación, que cuenta con tramos de uso mixto para peatones y vehículos, algunos de los cuales aparcan de forma descontrolada en sus márgenes.

Además, el firme, que es de tierra, se halla en muy mal estado debido a las abundantes cárcavas originadas por la escorrentía del agua de lluvia.

Los trabajos se centrarán en señalizar el acceso a la altura del Centro Cultural San Ildefonso, repavimentar el tramo utilizando hormigón fratasado alternando con pavimento de hormigón desactivado e iluminar el recorrido.

Recreación de cómo quedará el tramo de la senda que discurre por debajo del puente de la Cava.

Una senda que desaparece

La tercera área de actuación se encuentra debajo del puente de la Cava, donde la senda parece que desaparece. Además, cerca del torreón del antiguo puente de barcas de la Cava existe una escalera de varios tramos que salva un desnivel de seis metros.

Aquí acaba el recorrido para personas con movilidad reducida o ciclistas, a no ser que se echen la bicicleta al hombro. No obstante, de manera espontánea se ha ido generando una vereda que asciende por el talud con una pendiente cercana al 20%.

El proyecto propone realizar una pasarela sobre el talud, de geometría quebrada en 10 tramos y sus correspondientes mesetas, que arranque bajo el puente de hormigón y ascienda hasta el camino superior, justo hasta las escaleras existentes. Su acabado superficial será de madera de pino con acanaladuras antideslizantes.

Una tubería de saneamiento ha quedado a la vista en uno de los rodaderos de la senda debido a la erosión.

A su vez está previsto el acondicionamiento del rodadero, muy deteriorado por los arrastres de las lluvias y por la presencia de vegetación inadecuada que ha dejado vista una tubería de saneamiento urbana.

La actuación sellará las cárcavas existentes mediante hormigón, piedra y tierra natural. También se realizará una plantación de especies autóctonas de bajo consumo hídrico, que fijen el terreno impidiendo su desplazamiento.

Una vez ejecutada la pasarela del puente de la Cava se podrá ascender sin escaleras hasta el nivel de la pequeña plataforma que existe en el Torreón del Baño de la Cava. Aquí vuelven a aparecer los problemas de accesibilidad debido a la existencia de once escalones.

Estos peldaños que pertenecen a las escalera de la Bajada de San Martín serán eliminados.

Salvar este desnivel mediante rampas o pasarelas en este punto de importante valor histórico y patrimonial no es fácil, ya que quedarían demasiado próximas a la edificación. La propuesta elegida es la construcción de una pasarela en el talud de roca que queda tras el murete delimitador del recorrido actual.

La última intervención se realizará a la altura de los tramos de escaleras que ascienden hasta la Bajada de San Martín, calle que une el Paseo de Recaredo y el Paseo de San Juan de los Reyes. En este punto se eliminarán los peldaños que impiden continuar por la senda.