Sumar propone una revolución en la movilidad urbana del Casco Histórico de Toledo más allá de la próxima puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que califican como "puramente cosmética".

A juicio de la formación política liderada por Yolanda Díaz, sin representación en el Ayuntamiento, el consistorio toledano ha decidido "dar cumplimiento a una obligación legal, pero sin introducir cambio alguno respecto de lo que ahora existe". 

Por ello, han lamentado que no exista garantía alguna de que la ZBE exigida por la Unión Europea para todos aquellos municipios de más de 50.000 habitantes "vaya a servir para reducir la contaminación" en Toledo, que es "el objetivo que se debería perseguir".

Sumar, representada por el exconcejal de IU Javier Mateo en la capital toledana, ha llamado a paliar esta situación con una medida contundente: suprimir el aparcamiento en superficie en el Casco para todos aquellos conductores que no sean vecinos del barrio "salvo excepciones autorizadas", poniendo como ejemplo concreto a las "personas cuidadoras".

Una restricción que obligaría a derivar a los vehículos de los toledanos del resto de distritos de la ciudad y visitantes "a aparcamientos disuasorios y subterráneos mediante una gestión de la información que evite circulaciones innecesarias", ha añadido la formación en una nota de prensa.

Dentro de los inmuebles

Igualmente, Sumar Toledo ha instado al Ayuntamiento a aprobar una "regulación para residentes que reduzca y ordene el espacio público destinado al aparcamiento, buscando incluso alternativas en el interior de inmuebles".

Por último, sugieren "que la circulación de motorizada de residentes por el interior del Casco Histórico se ordene mediante itinerarios que eviten desplazamientos que atraviesen" el barrio.

Todas estas medidas, a juicio de Sumar, deberían complementar las propuestas incluidas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Toledo (PMUS), aprobado en 2021. Entre ellas, empezar a controlar el acceso de vehículos en la zona de la Antequeruela y crear un centro de distribución logística en el aparcamiento de Santa Teresa o en el parquin del Miradero para que, desde allí, solo accediesen al Casco vehículos cero emisiones con los que los repartidores podrían entregar los paquetes.

Los de Yolanda Díaz, igualmente, creen que "antes de decidir la declaración de una ZBE o de Zonas de Especial Sensibilidad (ZES) se debe seguir la indicación de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y elaborar un Proyecto Técnico que contenga una información general que refleje el tipo de zona, una estimación de la superficie contaminada y de la población expuesta y las medidas de mejora de la calidad del aire y de la calidad acústica previstas con su calendario de aplicación". "Nada de esto se ha hecho ni se pretende hacer por parte del equipo de Carlos Velázquez", han lamentado.

El "absurdo" de las limitaciones

El alcalde toledano, en una reciente entrevista concedida a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM, afirmó: "En el Casco, ya existe, de facto, una Zona de Bajas Emisiones porque en este barrio ya hay zonas que están limitadas al tráfico desde hace años".

Por tanto, consideró "absurdo establecer limitaciones al tráfico donde no hay problemas para la contaminación por el mero hecho de haber puesto unas cámaras que controlen las matrículas y los vehículos".

Lo que sí cree Velázquez conveniente, y en ello está trabajando el Ayuntamiento, es la creación de nuevos aparcamientos para residentes en el Casco. Aunque prefirió mantener la prudencia y señaló que su ubicación en Alamillos del Tránsito, como ya publicó este periódico, "es sólo una posibilidad", lo cierto es que el Consorcio ya trabaja en el proyecto para habilitar plazas en este solar que pertenece a la Diputación de Toledo.