F. Franco

Generar un espacio público al aire libre para el ocio y la cultura en la zona de la senda ecológica del Tajo que discurre entre la plaza del Diamantista y la construcción existente junto a los molinos del Daicán.

Este es uno de los objetivos que se marca el proyecto de rehabilitación y naturalización del tramo de este anillo verde del Casco situado entre el puente de Alcántara y las ruinas de las aceñas mencionadas.

El presupuesto de las obras, que cuentan con financiación europea, asciende a 481.850 euros. En total, se actuará sobre 15.453,72 metros cuadrados.

Baños públicos

Además de restaurar la estructura del embarcadero, de los merenderos y de las dársenas de pescadores, reparar el pavimento en mal estado, crear nuevas zonas de descanso y reponer el mobiliario roto o en avanzado estado de deterioro, la intervención incluye la instalación de unos baños públicos. Los módulos elegidos tendrán forma de contenedores revestidos con brezo y jazmín.

El proyecto, firmado por el arquitecto Francisco Javier de Paz, también plantea una nueva conexión mucho más intuitiva entre Cabestreros y la plaza del Diamantista para quienes paseen por la senda ecológica.

La conexión del tramo de Cabestreros con el que arranca en la plaza del Diamantista será más intuitiva. Javier Longobardo

 La propuesta, aprovechando los rodaderos, dará continuidad al trazado de la senda y acortará el recorrido actual que sube hasta el Casco histórico para luego volver a bajar. Los trabajos también servirán para ocultar las tuberías que se encuentran al descubierto.

La solución ideada pasa por la construcción de una escalera de madera que sirva de conexión entre ambas partes del trazado. Este elemento servirá para salvar un desnivel de 15 metros de altura.

Una escalera de nueve tramos

La escalera estará compuesta por nueve tramos de hasta 12 peldaños cada uno. En los tres primeros se reaprovechará parte de la estructura de fábrica existente. El resto se realizarán íntegramente con tablones de madera de pino.

Los puntos de luz serán renovados. Javier Longobardo

Las obras, que tienen un plazo de ejecución de seis meses, también incluyen la reposición de las farolas actualmente no operativas y la mejora de la iluminación no sólo por motivos de seguridad ciudadana, sino también con criterios estéticos. En este sentido, se instalarán nuevos puntos lumínicos para potenciar la vegetación natural.

En cuanto a las labores de naturalización de este tramo de la senda, la actuación incluye el corte y retirada de la vegetación superficial seca y la poda de las ramas bajas en el borde de la ribera del Tajo. Asimismo, se procederá a plantar parras en las estructuras de madera existentes para crear espacios de sombra de manera natural. Por último, se reforzarán los taludes estabilizándolos con rollizos de madera de pino.

Asimismo, el proyecto incluye una mejora de la accesibilidad del tramo. Para ello reparación de todo el camino existente con pavimento de granito natural antideslizante, manteniendo las pendientes mínimas.

La puesta en valor de esta parte de la senda ecológica coincide con la licitación de la mejora del tramo comprendido entre el campus de la Fábrica de Armas-Vega Baja con el puente de San Martín. Unos trabajos que cuentan con un presupuesto de 1.099.090 euros. El proyecto, redactado por José Luis Juzgado, no pretende sólo mejorar la conexión de la ciudad con esta aislada senda de ribera, sino convertirla en un elemento conector, especialmente entre zonas del Casco histórico.