El Ayuntamiento de Toledo ha manifestado al Gobierno regional su “desconsuelo y malestar” por la situación de abandono que atraviesa la estación de autobuses de la capital regional, un edificio que es de titularidad de la Junta de Comunidades, pero de gestión municipal.
“Hay un convenio firmado que estará en vigor hasta 2065 que establece que el mantenimiento y la explotación de las instalaciones corren a cargo del Ayuntamiento. Pero nuestros servicios jurídicos y los técnicos municipales defienden que instalar unas nuevas escaleras mecánicas no es una labor de mantenimiento, al tratarse de una obra civil”, explica el concejal de Movilidad, Iñaki Jiménez.
La situación de abandono y deterioro es cada día más evidente. “Las escaleras mecánicas no funcionan y sobre el ascensor nos han dicho que cuando se estropee la correa ya no habrá recambio. Por tanto, entendemos que, al tratarse de una instalación de nuevos aparatos, la obra le corresponde al propietario de la instalación que es la Junta de Comunidades”, sostiene Jiménez.
Reunión con la Junta
Así se lo trasladó al director general de Transporte y a la jefa de la Sección de Transportes de la Consejería de Fomento en la última reunión que ambas partes mantuvieron el viernes de la semana pasada. “La Consejería de Fomento es conocedora de las deficiencias de la estación de autobuses y ambas partes somos conscientes de que debemos arrimar el hombro”, concluye el concejal de Movilidad.
“No queremos la imagen de una instalación cada vez más deteriorada”, señala el también el edil de Transportes. En este sentido, desveló que el Ayuntamiento se planteó “echar el cerrojazo” a la terminal de viajeros “por la situación de peligro que existe y por el deterioro de los sistemas de movilidad interna como son las escaleras mecánicas o el ascensor”.
La redacción del convenio en vigor no gusta al Ayuntamiento de Toledo. Así lo ha dejado entrever el actual equipo de Gobierno. De hecho, el alcalde, Carlos Velázquez, ha manifestado en alguna ocasión que debe modificarse para adecuarlo a la nueva realidad de la estación. Unos cambios que deben revertir tanto en la mejora de los servicios que se prestan en la terminal a los usuarios como en un incremento de la seguridad.