Publicada
Actualizada

La opción de construir en Toledo un viaducto sobre el Tajo desde Huerta del Rey hasta Safont, que forma parte de la alternativa que en 2020 el estudio informativo de la nueva línea de AVE Madrid-Extremadura consideraba más viable, pierde fuerza a tenor de las últimas declaraciones del consejero de Fomento, Nacho Hernando.

“Sabemos que son conscientes de que lo que han planteado quedará muy bonito en los planos, pero que a pie de calle no es posible, no es posible”, subrayaba hoy el titular de la cartera de infraestructuras del Gobierno regional.

La renuncia a esta solución supondría la aceptación por parte del Ministerio de Transportes de la alegación conjunta presentada hace ya tres años por el Ayuntamiento de Toledo y la Junta de Comunidades. Ambas administraciones consideraban que un nuevo puente sobre el río, además de suponer un fuerte impacto visual sobre el Casco, obligaría a ‘meter’ el trazado de la línea en la ciudad, generando de esta manera una nueva barrera.

Segunda estación al Polígono

“Van a darle una vuelta y a valorar la propuesta que les hemos hecho, que pasa por dos condiciones. La primera, que se mantiene la estación actual en Santa Bárbara para dar servicio a los trenes Avant. Esto supondría que la segunda estación, que daría servicio a los AVE Madrid-Extremadura-Lisboa se situaría enfrente del centro comercial Luz del Tajo”, subrayaba Hernando.

Nacho Hernando, consejero de Fomento. Óscar Huertas

Tanto la Junta de Comunidades como el Ayuntamiento de Toledo han insistido durante los últimos tres años que el viaducto afectaría de forma grave al cono visual de protección del Casco histórico. A esto hay que añadir los problemas de inundabilidad que plantea Safont y que ya obligaron al equipo de Gobierno de Milagros Tolón a renunciar a construir el nuevo ferial de Toledo en esta zona próxima al Tajo.

De hecho, el propio estudio informativo del AVE ya advierte de que la apuesta del viaducto presenta el condicionante de la necesidad de resguardar la infraestructura de las consiguientes avenidas, además de respetar la zona de intenso desagüe, lo que obligará a realizar un estudio de detalle de esta zona concreta del trazado.

Afección al núcleo urbano

La opción del viaducto también generaría otra afección importante en el núcleo urbano de la ciudad creando un nuevo obstáculo. Y es que, si se impone la conocida como la ‘alternativa Tol3’, que es la apuesta del estudio informativo, las vías, una vez salvado el Tajo, continuarían a través de un túnel entre pantallas para minimizar el impacto visual y acústico que discurriría por la avenida de Castilla-La Mancha, el pabellón Javier Lozano y la piscina municipal del Salto del Caballo.

Además, con este túnel se realizaría el cruce de la rotonda del enlace de la A-42, para posteriormente girar al oeste con un radio de 450 metros y cruzar a cota inferior bajo la autovía de circunvalación TO-20 y el ramal de acceso a la ciudad de Toledo. Tras el túnel, la salida de la zona urbana se produce en la zona arbolada entre el cementerio de Nuestra Señora del Sagrario y la A-42 para luego encarar hacia la urbanización de Valparaíso.

Aunque la alternativa Tol3’ parte como favorita en el estudio informativo debido a su menor presupuesto y menor longitud de estructuras y túneles, el documento que salió a información pública no descartaba la solución ‘Tol1’. Ambas tienen en común que plantean el viaducto por el Tajo. Así que, si finalmente no se hace, también quedaría invalidada.

Túnel por el parque del Crucero

Esta segunda opción era todavía más agresiva con la trama urbana de la capital regional, ya que recoge que, tras el viaducto de 700 metros de longitud, el trazado se encontraría con el parque del Crucero, que se salvaría con un túnel entre pantallas para continuar hasta el paseo de San Eugenio mediante curvas y contracurva de 425 metros.

El túnel finalizaría en una zona arbolada entre el cementerio de Nuestra Señora del Sagrario y la TO-20. A partir de ahí las vías discurrirían en una pequeña transición en terraplén para cruzar las A-42 de nuevo con otro viaducto, bajo el que discurrirían en paralelo la A-42 y el Arroyo del Aserradero. De ahí el AVE se encaminaría hacia la urbanización de Valparaíso para salir de la ciudad.

“Nuestra propuesta aleja el trazado del AVE de las zonas de protección, ya que apenas roza las zonas de prevención desde el punto de vista de protección patrimonial y cultural. Además, no generaría una afección al río en lo que tiene que ver con el caudal mínimo y el caudal máximo”, concluía Hernando, que da por hecho que “seguramente se avance más rápido en el tramo talaverano”, de la línea, toda vez que el soterramiento ha sido descartado por su coste que, además, debería asumir el Ayuntamiento de Talavera.

Milagros Tolón

Sobre el futuro trazado del AVE y sobre el retraso en la aprobación del estudio informativo -la última fecha dada por el ministro de Transportes fue la de finales de septiembre- también se ha pronunciado la delegada del Gobierno, Milagros Tolón.

“Lo importante es que hay proyecto. Un proyecto que este gobierno ha sacado de un cajón en el que llevaba abandonado seis años”, enfatizó Tolón, que está segura de que el trazado que se apruebe con el estudio informativo “tendrá en cuenta las sensibilidades de Toledo y Talavera”. “Lo que les puedo dejar muy claro es que la estación de Santa Bárbara no se va a tocar”, concluyó.