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Los numerosos retrasos en la aprobación del estudio informativo del tramo Madrid-Oropesa de la línea de alta velocidad, que unirá la capital de España con Lisboa a través de Toledo, Talavera de la Reina y Extremadura, están provocando en las últimas semanas una catarata de fechas sobre la puesta en servicio de todo el trazado. Las dudas radican en si las obras estarán acabadas en 2030, coincidiendo con la fecha del Mundial en la que los dos países ibéricos serán los anfitriones.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, se comprometió el pasado martes en el Senado que "Extremadura tendrá alta velocidad antes de 2030". "El Gobierno se compromete a que en el año 2030 todo el trazado comprendido entre Madrid y Badajoz podrá recorrerse en un tren de alta velocidad y a alta velocidad", respondía el ministro a una pregunta de la senadora talaverana Carmen Riolobos.

Un compromiso que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantuvo ante su homólogo luso, Luís Montenegro, en la cumbre Hispano-Lusa celebrada este miércoles en Faro pese a que el país vecino maneja otro calendario puesto que priorizará la línea Lisboa-Madrid a través de Oporto y Vigo. "La línea Lisboa-Madrid a través de Extremadura es nuestra segunda prioridad", aseguró Montenegro.

La claridad extremeña

Ambas afirmaciones, de gran peso institucional por los escenarios en donde fueron realizadas, chocan con las declaraciones del delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, que aseguraba hace unos días que "nunca se ha dicho que el tramo Madrid-Oropesa del futuro corredor de alta velocidad vaya a estar terminado en 2030".

¿Pueden ser compatibles los dos puntos de vista? Si la respuesta es afirmativa, supondría que Toledo capital quede fuera de la ecuación en un primer momento.

Dado que parece imposible que en 2030 las obras del tramo toledano de AVE puedan haber concluido, tal y como afirmó el delegado extremeño, la opción de ofrecer las prestaciones de la alta velocidad pasa utilizar la vía convencional Talayuela-Humanes, gracias a la electrificación de la línea, un proyecto que ya ha sido licitado por ADIF y que se está redactando. Este 'plan B' mantiene en la ecuación a Talavera y suma a municipios como Torrijos e Illescas, pero excluiría a Toledo.

Alta velocidad por la línea convencional

"En 2030 llegará a Extremadura el tren electrificado, que significa que estará totalmente acabado el tramo extremeño y que se electrifica el tramo Talayuela-Humanes. Mantenemos la fecha de 2030 que siempre hemos dicho utilizando la vía convencional electrificada. Es lo que interesa tener antes del Mundial de España", aseguraba el pasado viernes el delegado del Gobierno en Extremadura.

De ser cierta esta hipótesis, Toledo se incorporará a la línea de Alta Velocidad varios años después del 2030, cuando se acaben las obras del tramo Madrid-Oropesa, que presenta ciertos escollos que deberán ser solucionados por el estudio informativo.

Entre ellos, si el trazado en Toledo contará con un viaducto sobre el Tajo a la altura de Safont o si el AVE llegará soterrado a Talavera.

Toledo sale de la ecuación en 2030

Aunque en el lado extremeño parece que tienen claro los plazos y las alternativas reales existentes para mantener la afirmación de que Extremadura contará con alta velocidad en 2030, en la provincia de Toledo reina la desinformación. Al menos así lo creen los ayuntamientos de Talavera de la Reina y de Toledo, cuyos alcaldes aseguran que el Ministerio de Óscar Puente lleva meses sin ponerse en contacto con ellos.

Tanto es así que el alcalde de Talavera, José Julián Gregorio, tiene previsto solicitar una nueva reunión urgente con el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, con el que ya se reuniera en el pasado mes de mayo.

"Irrenunciable el 2030"

"De esa reunión salió el compromiso de dar una solución al trazado definitivo del AVE a su paso por Talavera en septiembre como muy tarde. El plazo pasó y la solución no ha llegado y no hemos vuelto a tener noticias", subraya el alcalde de Talavera, que insiste en que para la ciudad es "irrenunciable" tanto la fecha de 2030 como el soterramiento de la línea a su paso por el núcleo urbano.

"Queremos esta nueva reunión para ver qué está pasando, conocer cómo va a ir el proyecto y saber cuál es la solución definitiva", concluye Gregorio.