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Las incineraciones en Toledo han alcanzado ya el 42% del total de servicios funerarios y van ganando terreno año tras año a los enterramientos. Sólo en el último año lo ha hecho a un ritmo del 1,5%. La falta de espacio en los camposantos y la aceptación cada vez mayor en los pueblos explican las razones de por qué está cambiando la manera de despedir a nuestros seres queridos.

“Cada día es más difícil encontrar una sepultura en un cementerio, y eso hace que la gente se conciencie más de la incineración”, comenta José María San Román, gerente del Grupo San Román, que señala que los trámites para optar por la incineración son ahora más sencillos, lo cual anima a muchas familias a decantarse por esta opción. “Hace años, había días en los que no se incineraba a nadie, pero hoy en día, la media en Toledo ronda las dos incineraciones diarias”, comenta.

Según los datos de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef) actualmente existen 540 hornos crematorios y más de 2.500 tanatorios. “En ellos se pueden incinerar unas 1.500 personas al día, lo cual es suficiente para cubrir la demanda”, explica San Román.

Caen los fallecimientos

Las estadísticas reflejan un descenso de los fallecimientos en comparación con los años anteriores al COVID. En términos generales, San Román apunta a una reducción del 6,26% en toda España. En 2023, en el país se registraron 435.332 fallecimientos, mientras que en 2022 la cifra alcanzó los 464.420, un cambio a la baja que también se refleja en Castilla-La Mancha y Toledo. Aunque los datos de 2024 aún no se conocen, la tendencia parece indicar que las cifras de fallecidos serán similares a las de 2022.

El número de fallecimientos se ha reducido en Toledo y en Castilla-La Mancha.

En cuanto a la proporción de fallecimientos, los hombres siguen representando una mayoría, con un 52% frente al 48% de mujeres en la región. Además, la edad promedio al momento de fallecer refleja una mayor longevidad entre las mujeres, que alcanzan una media de 87 años, mientras que los hombres llegan a los 80 o 81 años, en línea con las expectativas nacionales.

Reivindicaciones del sector

Una de las reivindicaciones del sector, que da trabajo a 12.989 personas en toda España, es la reducción del IVA de los servicios funerarios del 21%. “Llevamos mucho tiempo reclamando la bajada del IVA al 6%, que es lo razonable o, en todo caso, al 10%. No puede ser que alguien que pierde a un ser querido tenga que pagar un 21% en impuestos. Durante la pandemia, ni siquiera se redujo el impuesto, cuando las familias no podían despedirse de sus familiares”, lamenta San Román. Los impuestos representan aproximadamente un 15% de los costes de un servicio funerario que de media puede rondar los 2.000 euros incluyendo todos los servicios.