La explosión y posterior incendio de un depósito de entre 1000 y 1500 litros de heptano -un hidrocarburo fácilmente inflamable e irritante-, ocurrida este miércoles a las 12 y media del mediodía en el laboratorio farmacéutico Alcaliber del polígono industrial de Toledo, "podría haber sido peor" debido a que en las instalaciones de la empresa hay "depósitos con 20 000 litros de combustible".
"Afortunadamente, el incendio y la explosión no afectaron a los tanques grandes". Así lo ha asegurado en declaraciones a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM Jesús Álvarez, oficial de los bomberos del Ayuntamiento de Toledo, que ha recordado que todos los efectivos disponibles en el parque a la hora del suceso se han desplazado hasta el lugar para solventar la emergencia debido a la potencial peligrosidad de la misma.
Finalmente, dos trabajadores de 35 y 36 años han resultado heridos, uno de ellos con quemaduras de gravedad, por lo que ha tenido que ser trasladado en UVI hasta el hospital madrileño de Getafe. En cuanto a los daños materiales, la deflagración ha reventado "varias puertas, incluso metálicas, y alguna pared" en Alcaliber.
"Acudimos con toda la dotación disponible en el parque y, una vez controlada la situación, empezamos a retirar efectivos. Protegimos también las instalaciones cercanas con otros vehículos por si el fuego se propagaba, aunque, por suerte, se quedó ahí", ha explicado el oficial. El incendio del compuesto químico, que ha generado una gran columna de humo negro, ha obligado a desalojar a más de 200 trabajadores del laboratorio y las empresas cercanas.
En línea con lo explicado por el alcalde y la vicealcaldesa de Toledo, Carlos Velázquez e Inés Cañizares, Jesús Álvarez ha informado de que la deflagración se habría producido durante un trasvase del heptano desde un recipiente hasta otro de menor tamaño. "Se ha producido alguna fuente de ignición que ha provocado el incendio y la explosión", ha añadido, mientras que la Policía Científica se ha hecho cargo de la investigación y ha clausurado el laboratorio hasta que concluya su labor.
Aunque los propios sistemas antiincendio de Alcaliber han funcionado "correctamente", los bomberos de Toledo, que han tardado cinco minutos en llegar desde que se ha producido el aviso, han aplicado espuma y agua para apagar el fuego. Además, "revisamos los tanques adyacentes, cerrando llaves de corte y algunas fugas que detectamos". "Afortunadamente, una de ellas era de nitrógeno, no de materiales más peligrosos, como el amoníaco", ha señalado el oficial.
Ante el riesgo de nuevas explosiones, los servicios de emergencias, durante la extinción del incendio, han creado un perímetro de seguridad de 500 metros a la redonda e incluso han avisado a Renfe para detener el tren AVE de la línea Madrid-Toledo que tenía previsto circular a escasos metros del lugar en esos momentos.
El alcalde, desde el lugar, ha tranquilizado a la población asegurando los técnicos y especialistas han descartado "cualquier peligro o afección en el aire" a consecuencia de la explosión del depósito de heptano.