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El Ayuntamiento de Toledo acaba de licitar por 93.861 euros las obras de ensanchamiento de la intersección de la calle Gerardo Lobo con la avenida de Castilla-La Mancha. La intervención tiene como objetivo facilitar la salida del Casco de los autobuses haciendo más fácil el giro a la izquierda de este tipo de vehículos que, en la actualidad, tienen serios problemas para doblar si subirse a la acera.

La obra, que ha sido barajada en otras legislaturas municipales, consiste en el retranqueo del muro existente en la intersección con el fin de que los autobuses urbanos puedan realizar esta maniobra con la seguridad necesaria y sin interferir en el resto de tráficos.

El proyecto aprobado incluye la demolición de un tramo de aproximadamente 16 metros del muro actual, actuación que también afecta a la escaleras existentes que tendrán que ser reconstruidas sobre el murete que se levante tras el ensanchamiento de la calzada. Los trabajos también prevén la excavación y movimiento de tierras de los taludes existentes y la renovación de la capa de rodadura de la calzada.

Cuatro semanas de obra

La intervención, que tiene un plazo de ejecución de cuatro semanas, está pensada para revolucionar el transporte urbano de la capital regional, ya que permitiría trasladar en un futuro la cabecera de las líneas de autobuses de Zocodover a Gerardo Lobo.

Los técnicos del área de Movilidad, que dirige Iñaki Jiménez, consideran que es insostenible que más de 570 autobuses urbanos suban cada día a Zocodover, entre otras cosas porque el Ayuntamiento no puede estar renovando cada dos o tres años el pavimento de la calle Armas o reparando el de la Cuesta de los Capuchinos cada vez que los adoquines se hunden.

Los planos muestra el radio de giro que facilitará la maniobra a los autobuses urbanos.

Durante los últimos años, Gerardo Lobo ha servido ya a los autobuses urbanos de cabecera cada vez que unas obras o un evento impedía la subida de los autobuses urbanos a Zocodover. Sin embargo, el entronque con la Cornisa desaconsejaba que esta situación se prolongará en el tiempo.

Además, las recientes obras en el Puerta de Bisagra para el reasfaltado del primer tramo de la principal vía de acceso del tráfico rodado al Casco histórico también han servido para comprobar cómo las dársenas de Safont se quedan pequeñas para servir simultáneamente de parada a los autobuses turísticos y a los urbanos.

¿Alternativa real?

La licitación del ensanche de la conexión de la calle Gerardo Lobo con la avenida de Castilla-La Mancha llega pocas semanas antes de que comience la rehabilitación integral de la sede de la Delegación de Gobierno. La obra, cuyo plazo de ejecución supera los dos años, inutilizará el carril más próximo a la fachada del inmueble puesto que será ocupado por un gran andamio y a cortar la calle Santa Fe, vía de salida del Casco para los vehículos, para permitir la instalación de una grúa de grandes dimensiones. Una situación que obligará a la Concejalía de Movilidad a habilitar alternativas que ya se están estudiando con la empresa concesionaria del servicio de autobuses urbanos y con la Policía Local.

En este contexto, y cuando terminen los trabajos en Gerardo Lobo, el Ayuntamiento tendrá las herramientas necesarias para testar -mientras duran las obras en la Delegación del Gobierno-, si la calle que acoge la entrada al aparcamiento del Palacio de Congresos puede convertirse en una alternativa real a la parada de autobuses en Zocodover habilitando también un servicio circular de microbuses. A su favor cuenta que tiene acceso directo al remonte mecánico de Safont.