El nuevo trazado de la línea AVE Madrid-Extremadura-Portugal a su paso por la ciudad de Toledo no sólo presenta una mejor integración visual del viaducto sobre el Tajo mediante una reducción significativa de su cota, sino que también resuelve algunos otros asuntos que preocupaban al Ayuntamiento de Toledo como la cercanía de las vías al barrio de Valparaíso.
En la alternativa que el estudio informativo consideraba más idónea en 2020, la traza ferroviaria pasaba a escasos 180 metros de las viviendas. La solución definitiva aleja las vías a más de quinientos metros de la trama urbana de este barrio situado en el extrarradio de la capital regional. El Ministerio pretende así eliminar potenciales perjuicios a los vecinos.
La modificación de la propuesta también separa la plataforma por la que circularán los trenes de la zona del cementerio municipal, de tal manera que el trazado ya no discurre por la zona natural de ampliación del camposanto toledano, que ya presenta problemas de espacio.
Viviendas en el Aserradero
Asimismo, el nuevo diseño de la salida del AVE de la ciudad de Toledo permite salvar el futuro desarrollo del proyecto urbanístico del arroyo del Aserradero, en el que se prevé la construcción de 258 viviendas. Esta bolsa de suelo urbano no consolidado, delimitada por la avenida de Castilla-La Mancha, la avenida de Madrid y la N-401-a, vial que une esta última con la glorieta del Salto del Caballo, se va a ordenar a través de un Plan Especial de Reforma Interior (PERIM), que sus promotores están ultimando.
La superficie total del ámbito es de 29.172 metros cuadrados, de los cuales algo más de 6.000 metros son de propiedad municipal. En estos últimos está previsto la construcción de viviendas de protección oficial como también lo está en el suelo correspondiente a las cesiones obligatorias correspondientes al 10% del aprovechamiento urbanístico. En total, al Ayuntamiento le corresponderían dos parcelas en las que están previstas 88 viviendas de protección oficial. A estas hay que sumar otras 18 que serán levantadas en una tercera parcela ajena al Consistorio que albergará un bloque de cuatro plantas de altura.
Itinerario semisoterrado
Otras de las mejoras significativas del nuevo estudio informativo, que recoge buena parte de las alegaciones del Ayuntamiento de Toledo, se concentran en torno al área deportiva del Salto del Caballo. El nuevo trazado que el ministro de Transportes, Óscar Puente, presentaba este jueves al alcalde de Toledo, Carlos Velázquez trata de reducir tanto el impacto visual de las vías como el efecto barrera en esta zona pegada a la avenida de Castilla-La Mancha.
La solución propuesta pasa por un itinerario semisoterrado, que permite “una ordenación urbana más amigable puesto que no generará ni impacto acústico ni visual”. Además, el proyecto incluye nuevos viales perimetrales en torno al estadio del Salto del Caballo y facilita los accesos viarios al complejo deportivo y las áreas de aparcamiento. Además, se genera una nueva plaza peatonal.
Por todos estas razones, además de por los cambios introducidos en la configuración del viaductos y en la propia estación de Santa Bárbara, el Ministerio considera que la nueva solución “es la óptima ya que se desarrolla bajo tres premisas fundamentales: mejorar el servicio ferroviario, mantener la centralidad de la estación e impulsar la integración urbana”.