
Las obras de reforma integral de la Delegación del Gobierno complicarán la movilidad en Toledo y obligarán a reestructurar las líneas del transporte urbano.
Las obras de la Delegación, arma política: Alcalde acusa a los socialistas de causar problemas a los toledanos
Ayuntamiento y Delegación mantendrán una reunión técnica para estudiar el tipo de andamiaje que menos afecte a los autobuses urbanos y al tráfico.
Más información: Las obras de la Delegación del Gobierno desafían la movilidad en Toledo: los autobuses solo llegarán hasta Gerardo Lobo.
El Ayuntamiento de Toledo y la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha van a mantener una reunión técnica con el objetivo de encontrar una solución que permita llevar a cabo las obras de reforma integral de la sede de la Delegación del Gobierno sin comprometer la movilidad en la ciudad.
La raíz del conflicto de momento dialéctico entre ambas instituciones radica en los andamios que la constructora tiene previsto colocar en la fachada histórica del edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) para evitar que se derrumbe tras el vaciado completo del edificio. Esta estructura metálica ocuparía uno de los carriles de Zocodover, circunstancia que complicaría el tráfico y obligaría a trasladar la cabecera de las principales líneas de autobuses urbanos a la calle Gerardo Lobo. La instalación de los andamios en el cronograma inicial de la obra estaba prevista en la segunda quincena de febrero.
“Queremos ver la posibilidad de que eso andamios puedan estar colgados o levantados para que no ocupen un carril ni perjudiquen la movilidad”, subrayó Juan José Alcalde, portavoz del equipo de Gobierno.
Críticas a los socialistas
El también concejal de Hacienda aprovechó su comparecencia semanal para informar de los acuerdos de la Junta de Gobierno Local para criticar la postura de los concejales socialistas en este asunto.
"Me parece sorprendente que el Partido Socialista en la ciudad, que son parte de ese Partido Socialista que quiere hacer las obras en el palacete de Milagros Tolón en la Delegación de Gobierno, sean los que más pegas estén poniendo al tema", subrayaba Alcalde.
Por este motivo, el portavoz del equipo de Gobierno lanzó un mensaje-advertencia a la bancada municipal socialista. “Yo estaría más relajado en los comentarios porque, al final, están tirando piedras contra su propio tejado”, aseguró a Alcalde que acusó al PSOE de ser ellos los que con estas obras “van a perjudicar la movilidad, la vida cotidiana y el día a día de los ciudadanos que acuden todos los días a Zocodover a coger sus autobuses”.
Preguntado por si consideraba que las obras eran necesarias o un capricho, Alcalde aseguraba desconocer si el edificio presenta problemas estructurales que justifiquen la urgencia de las obras, pero insistía en que, en ese caso, podrían haberse abordado en 2021 en lugar de esperar hasta 2025. "Si es urgente, se podría haber hecho en 2021 o en 2022. Ahora lo quieren hacer, bien, pero hay problemas que tienen que solucionarse a nivel técnico”.
“En cualquier caso me sorprende muy mucho que sea el Partido Socialista el que pone la alarma en los problemas que va a causar una obra que va a realizar su exjefa que se fue corriendo del Ayuntamiento a la Delegación del Gobierno y que ahora quiere hacer la obra en el palacete que tiene. Ella sabrá por qué lo hacer”, sentenció.
Obras en Gerardo Lobo
Mientras se llega a un acuerdo que desbloquee el inicio efectivo de las obras en la Delegación del Gobierno, el Ayuntamiento de Toledo acaba de adjudicar por 86.352,41 euros las obras en la calle Gerardo Lobo que facilitarán el movimiento de los autobuses en caso de que las cabeceras de las líneas se trasladen de Zocodover a las faldas del Palacio de Congresos. La intervención, que tiene un plazo de ejecución de un mes, tiene como objetivo facilitar la salida del Casco de los autobuses haciendo más fácil el giro a la izquierda de este tipo de vehículos.
La obra, que ha sido barajada en otras legislaturas municipales, consiste en el retranqueo del muro existente en la intersección con el fin de que los autobuses urbanos puedan realizar esta maniobra con la seguridad necesaria y sin interferir en el resto de tráficos.
El proyecto aprobado incluye la demolición de un tramo de aproximadamente 16 metros del muro actual, actuación que también afecta a la escaleras existentes que tendrán que ser reconstruidas sobre el murete que se levante tras el ensanchamiento de la calzada. Los trabajos también prevén la excavación y movimiento de tierras de los taludes existentes y la renovación de la capa de rodadura de la calzada.