El consejero de Fomento de Castilla-La Mancha, Nacho Hernando, ha presentado este sábado unas infografías encargadas por la Junta a un estudio de arquitectura en las que se puede observar el "atropello" que generaría el viaducto que incluye la opción 'Toledo Central' en el trazado del AVE Madrid-Extremadura-Lisboa a su paso por la capital regional.
Esta opción, defendida por el Ministerio de Transportes y Agenda Urbana, recoge una transformación de la estación de Santa Bárbara para esta infraestructura deje de ser de fondo de saco y la vía continúe, a través de un viaducto, por la zona del Salto de Caballo.
Se trata de proyecto que a juicio de Hernando tiene "enormes carencias" y choca de pleno con la legislación vigente en materia de protección paisajística y con el plan especial de protección del Casco Histórico.
"Habría que construir un puente de 26 metros de altura que hace de barrera visual en la entrada desde Madrid a una ciudad de 2.000 años de antigüedad", ha lamentado el consejero.
De igual modo, ha reflejado a través de las imágenes que también existe una "enorme diferencia de altura" entre el viaducto de la vía, proyectado a la altura de la noria de Safont y el puente de Azarquiel, una situación que "rompe la estampa más protegida, más emblemática, la razón de ser de Toledo".
Hernando también ha detallado que han tenido encuentros con diferentes organismos para tratar este tema como el Consejo Internacional de Monumentos y Sitio (Icomos), que según ha desvelado "nos han animado a que sigamos defendiendo que esto no puede ser".
Defensa de la estación de Santa Bárbara
En este punto, el consejero ha dejado claro que pese a que la Junta defiende la opción de 'Toledo Exterior', que incluye la construcción de una segunda estación en el barrio de Santa Maria de Benquerencia para evitar la construcción del viaducto, esto no significa que no apuesten por la continuiadad de la estación actual de Santa Bárbara.
"En primer lugar, la Junta siempre ha defendido la estación de Santa Bárbara. En segundo lugar, también queremos que pase el AVE por Toledo. AVE sí, pero no así. Y en tercer lugar, no queda más remedio que el que el Ministerio asuma que los responsables técnicos han entrado en una obsesión contraria a toda lógica y a todo sentido común”.
En este sentido, Hernando ha argumentado que una estación única "conlleva el peligro de que los operadores, para aumentar su rentabilidad, desincentivaran a los viajeros que hicieran el trayecto de Madrid a Toledo a través de la subida del precio del billete o la reducción de horarios en los Avant".
Sin embargo, "una estación doble en la que tienes un Avant de turistas y de trabajadores en Santa Bárbara, te permite la bondad de mantener unos andenes exclusivos para el Avant y seguir teniendo a los turistas bajando casi a las faldas del Casco"
En definitiva, "dar respuesta al interés particular de aquellos usuarios que tienen un piso en Santa Bárbara para poder estar al lado de la estación del tren y el tener una estación o apeadero en el entorno del Polígono te permite tener una estación de largo recorrido donde muchos toledanos se subirán para poder ir hacia Lisboa".
Cerrazón de los técnicos
A la hora de señalar a los instigadores de que 'Toledo Central' sea la opción que finalmente se imponga en estas condiciones, Hernando ha insistido en el papel que están jugando "determinados responsables técnicos, que no políticos, que piensan que esto no supone una afección al impacto visual de nuestra ciudad".
Incluso, ha llegado a decir que el ministro Óscar Puente "está desinformado" por parte de estos responsables que siguen adelante con su "obsesión enfermiza" por 'Toledo Central'.
Como ejemplo, ha destacado una frase que pronunció el ministro en la reunión del pasado mes de diciembre con el Ayuntamiento, a la que la Junta no fue invitada, para presentar el proyecto. "Cuando se dio cuenta de esto, las palabras de Óscar Puente fueron: "Esto no puede ser"".
Por todos estos motivos, Hernando ha invitado al ministerio a abandonar una postura "contrario a toda lógica y a todo sentido común" y a abrir una ronda de reuniones para "buscar un consenso que evite este atropello" una vez que el 18 de marzo culmine el periodo de alegaciones.