Desde el año 1967, Estados Unidos se paraliza durante el primer domingo de febrero con la retransmisión de la final de la Super Bowl, la final de la liga de fútbol americano que es mucho más que una final deportiva ya que se trata del evento televisivo más visto del año. Precisamente, el año pasado, reunió ante la pantalla, solo en Estados Unidos, a 103,4 millones de espectadores y según las últimas cifras recabadas, este pasado domingo, consiguió llegar a 188 millones de telespectadores.
Los índices de audiencia son tan brutales como el precio que alcanzan los anuncios de publicidad en los descansos del encuentro. Este año la parrilla ha sido para Budweiser, Pepsi y Olay. Se ha llegado a pagar más de cinco millones de dólares por la emisión de un spot de 30 segundos. Precisamente la marca de cerveza Bud Light, la cerveza ligera hermana de la marca de Budweiser, eligió para su anuncio dos localizaciones de la provincia de Toledo, el Castillo de Guadamur y las Barrancas de Burujón.
Según ha informado la Junta mediante un comunicado, "Castilla-La Mancha y sus localizaciones son dignas de comerciales con niveles de excelencia tan altos como es el caso del Super Bowl, lo que ratifica la apuesta del Gobierno de Castilla-La Mancha por impulsar la iniciativa Castilla-La Mancha Film Commission". "Las localizaciones seleccionadas por la empresa de publicidad en nuestra región dan fe de que contamos con infraestructuras y escenarios capaces de satisfacer las más altas exigencias, lo que ratifica el gran acierto del Ejecutivo regional de impulsar la iniciativa Castilla-La Mancha Film Commission, que da promoción y visibilidad a todos los espacios que pueden ser susceptibles de rodajes", finaliza.