La procesión del Santo Entierro, la más multitudinaria de la Semana Santa de Toledo con nueve pasos procesionando por las calles de Toledo, protagoniza el Viernes Santo en la capital regional, que termina con la procesión del Cristo de la Buena Muerte a las 1:00 horas de la madrugada del sábado.
Si la meteorología no lo impide, los primeros pasos en salir serán los del Cristo de la Misericordia y la Virgen de la Caridad desde la iglesia de Santa Leocadia, su sede canónica.
En esta procesión participa una representación de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Espina, de Talavera de la Reina, hermanada desde 1999 con la Real e Ilustre Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Caridad de Toledo.
La imagen del Cristo de la Misericordia, que ha sido restaurada en el año 2018, fue tallada en la primera mitad del siglo XVII, es algo menor del tamaño natural y representa a Jesucristo muerto en la cruz con cuatro clavos.
La Virgen de la Caridad, que acompaña al Cristo desde el año 1998, luce corona, puñal y rosario dorado, y este Viernes Santo estrenará un nuevo manto bordado a mano.
A la misma hora pero desde la iglesia de El Salvador, comenzará la procesión del Cristo de la Fe y la Virgen del Rosario, caracterizada la talla de Jesucristo por su pelo natural y la inclinación de su cuerpo en la cruz.
Solo media hora más tarde está prevista la salida de la procesión de cuatro pasos desde la parroquia de las santas Justa y Rufina, con el Cristo del Descendimiento, la Virgen de las Angustias, el Santo Sepulcro y la Virgen de la Soledad, a quienes seguirá después el Lignum Crucis desde la iglesia de Santa Eulalia.
Abre el cortejo procesional la Cofradía Hermandad de Penitentes del Santísimo Cristo del Descendimiento con su propia Banda de tambores al paso de la escena del descendimiento de la cruz por parte de José de Arimatea y Nicodemo que se sitúan en lo alto de las escaleras colocadas tras la cruz, y al pie de la misma la madre de Jesucristo sujetando la corona de espinas y el clavo de la derecha de su hijo, ante la mirada de San Juan y María Magdalena.
Le sigue la Virgen de las Angustias como reflejo de la escena de la Piedad, con Jesucristo yacente recogido por su madre, angustiada, en su regazo.
El tercero de los capítulos que desfila en la tarde de este Viernes Santo, también desde la parroquia de las santas Justa y Rufina aunque su sede canónica y capitular está en el Real Monasterio de Santa Isabel de los Reyes, es el de los Caballeros del Santo Sepulcro de Toledo que acompañan al Cristo yacente en una urna de cristal.
La Virgen de la Soledad cierra este recorrido procesional, escoltada por la "Escuadra de Armados" compuesta por 27 armaduras del siglo XVII que también protegen al Santo Sepulcro.
Se suma a esta procesión la reliquia del Lignum Crucis que parte a las 20:15 horas desde la iglesia de Santa Eulalia donde permanece todo el año.
Y continuando la noche, ya de madrugada, el Cristo de la Buena Muerte recorrerá las calles de Toledo en la única procesión que corresponde al Sábado Santo y que comenzará a las 1:00 horas desde el monasterio de San Juan de los Reyes con una talla de madera sin policromar casi de tamaño natural.
Esta marcha procesional se caracteriza por la austeridad, la ausencia de adornos y el rezo del vía crucis, además de que se inicia el cortejo con un tambor desafinado y una cruz luminosa con el lema "Oye la voz que te advierte de que todo es ilusión menos la muerte".