Con todas las entradas vendidas desde hace semanas se levantaba el telón este viernes en el Teatro Circo de Albacete. Producciones Telón, con la colaboración de la Asociación Manchega de Amigos de la Ópera (AMAO), estrenaba Aida de Verdi, todo un reto que les llevará por las principales capitales de nuestra región y por otros escenarios nacionales.
La obra contó con la importante intervención del Coro Femenino de Tomelloso y el Coro de voces graves Quercus Robur de Villarrobledo, ambos dirigidos por el tomellosero Javier Benito. El también tenor tomellosero José Ángel Treviño como el mensajero y la soprano socuellamina Ángela Cano Alcolea en el rol de Suma sacerdotisa terminaron de completar la aportación vocal de nuestra región, además de la que la Orquesta Filarmónica de La Mancha, OFMAN, realizó desde la musical.
El elenco de roles protagonistas se completó por la soprano cordobesa Lucía Tavira en el papel de Aida, el tenor mexicano Rafaél Álvarez, que interpretó a Radamés tras incorporarse al equipo en el último minuto (literalmente) tras una indisposición del tenor previsto inicialmente, la mezzosoprano mallorquina Mali Corbacho, que encarnó a Amneris, y el barítono de origen gallego Luis Cansino como Amonasro. La dirección de escena estuvo en manos de Ignacio García y la musical en las de Francisco Antonio Moya, a la par que titular de la mencionada OFMAN. La escenografía y la iluminación son de Alejandro Contreras y el vestuario de Ana Ramos.
Aida es una de las ópera de madurez de Giuseppe Verdi. Se sirve del exotismo y la estética egipcia para tramar un auténtico melodrama que subyace tras lo accesorio, donde la lucha entre el amor y el poder, entre lo público y lo privado, la consagración al destino de tu pueblo o al de tu alma se dan lugar entre las melodías más bellas y pomposas. Todo un artefacto de ingeniería musical y dramática al servicio de la belleza.