El Hospital de San Juan, uno de los espacios escénicos más importantes del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro (Ciudad Real) ha sido rebautizado este jueves con el nombre de Teatro Adolfo Marsillach, con el que el mundo del teatro rinde así homenaje al fallecido actor, director y autor teatral.
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, acompañada de la viuda de AdolfoMarsillach, Mercedes Lezcano, y las hijas del actor, Blanca y Cristina Marsillach, han descubierto una placa a las puertas del teatro que ahora llevará su nombre.
La placa reconoce la aportación de Adolfo Marsillach a la consolidación del Festival de Teatro Clásico de Almagro y a la renovación de la escena del teatro áureo en España. Junto a la vicepresidenta del Gobierno ha estado en el acto el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, y el consejero de Educación del Gobierno de Castilla-La Mancha, Ángel Felpeto.
Marsillach, que está considerado como uno de los más grandes de la escena española en las últimas décadas, da nombre así a un teatro que curiosamente fue inaugurado en 1993 con el montaje 'Fuenteovejuna' dirigido por él mismo.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en declaraciones a los medios de comunicación, ha asegurado que Adolfo Marsillach "trazó casi todos los caminos al poder reivindicar, enaltecer, profundizar y sacar a la vida de nuestro país el teatro clásico en los años 80", por lo que se merecía un reconocimiento como este.
Calvo también se ha congratulado de que este año el Festival de Teatro Clásico de Almagro ponga el foco, con su programación y actividades en la memoria de las autoras clásicas, focalizándolo en un personaje tan importante como Sor Juana Inés de la Cruz, y en las autoras contemporáneas, dando una importante presencia a las mujeres.
El ahora Teatro Adolfo Marsillach, es la sede veraniega de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que en 1986 se hizo cargo de estos históricos terrenos en los que estuvo ubicado un antiguo Hospital de la Orden San Juan y un convento. El actual teatro al aire libre, que cuenta con un aforo de 665 espectadores, se abre cada verano al público durante todo el mes de julio para disfrutar de las producciones de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Adolfo Marsillach, que ha estado presente con numerosos montajes escénicos en el Festival de Almagro, incrementa con este reconocimiento aún más su estrecha relación con Almagro, lugar donde también quiso que se instalara el Museo Nacional de Teatro, cuando fue director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM).
Precisamente, este museo cobija hoy el legado de documentos profesionales, más de 15 000 fotografías, cartas, dibujos y textos que dejó Marsillach tras su muerte y que su viuda, Mercedes Lezcano, y sus hijas Blanca y Cristina, quisieron que formaran parte de los fondos del museo.