Los castellanomanchegos se mantienen fieles a la tradición de llevar flores a sus difuntos y en estas fechas siguen acudiendo a los cementerios para recordar a sus seres queridos y adornar sus lápidas con vistosos adornos florales.



Lo cuentan, en una entrevista con la Agencia Efe, la presidenta de la Asociación provincial de Floristas de Toledo, Deborah Rodilla, y el vocal de la Asociación de Floristas de Albacete, Valentín Cortés, quienes coinciden en que la celebración del Día de Todos los Santos en la región continúa vigente, a pesar del auge de una fiesta importada como 'Halloween'.



Rodilla sostiene que Toledo es una provincia "afortunada" porque consigue conjugar las dos cosas y explica que la demanda de flores puede descender algunos años como consecuencia de la situación económica, pero los ciudadanos cumplen "a rajatabla" con esta tradición, que pasa de padres a hijos.



Cortés comparte esta opinión y añade que ha hablado con profesionales del sector de otras ciudades españolas que le dicen que esta costumbre "se ha perdido", aunque en la provincia de Albacete "todavía tiene mucha vigencia".



Ambos coinciden también en que las flores más demandadas en estas fechas suelen ser margaritas, gladiolos y rosas, junto al clavel como "producto estrella", y en que en los últimos años se están empezando a solicitar "cosas diferentes".



De este modo, se van introduciendo flores tropicales, tales como heliconias, brásicas, campánulas, orquídeas o arthurium, que habitualmente se utilizan menos, pero que Rodilla define como "un espectáculo" para la vista.



Cortés agrega que este tipo de flores, que antes se usaban más para regalo, ya se están introduciendo en montajes funerarios, de manera que el producto final gana en calidad y diseño.



En cuanto a colores, señalan que hay variedad en la demanda, aunque depende de la edad del difunto.



De este modo, si es una persona mayor, se suelen utilizar tonos más oscuros, mientras que si es alguien más joven, se suelen colocar adornos florales en tonos más claros, y la tendencia es que toda la lápida tenga un mismo juego de colores.



Desde ambas asociaciones inciden en que los floristas intentan aplicar "el tratamiento perfecto" para cada tipo de flor y "cuidados especiales" para alargar su duración que, por lo general, es de unos quince días, aunque "si la temperatura ambiente es fresca" y las flores tienen agua, pueden aguantar hasta Navidad.



Además, precisan que la elección de ramo o centro está condicionada por el lugar donde se pretenda colocar: nicho, tumba o panteón, y que los precios varían en función del tamaño y del tipo de flor.



El vocal de la asociación de Albacete, propietario de Valentín Cortés Floristas, indica que los claveles y las margaritas son "más asequibles", mientras que las flores que vienen de fuera son "más caras".



Dice que la horquilla de precios es "muy amplia" y puede ir de los 15 o 20 euros de un ramo para un búcaro hasta los 80 o 100 de un centro para una fosa.



Asimismo, la presidenta de la asociación de Toledo destaca que el producto que se compra se cuida "en su transporte, a la hora de cortarlo, en el mantenimiento y a la hora de colocarlo" y critica la "competencia desleal" que hay en estas fechas.



Afirma que los profesionales del sector apuestan por el diseño y la calidad y, sobre todo, defiende el trato "personalizado" que ofrecen a sus clientes.



Estas fechas conllevan para los floristas unos días de trabajo "intenso", pero también "un empujón" a la economía del sector, ya que suponen entre un 25 % y un 30 % del volumen anual de negocio y, en algunos casos, puede llegar a alcanzar el 50 %.