El castellano-manchego José Bono es una mina para los periodistas. Siempre deja un puñado de titulares. Y esta vez, que ha sido entrevistado por El País con motivo de la presentación de su nuevo libro de memorias, el socialista ha dejado llamativas frases (aunque todas ellas llenas de amor) sobre sus hijos.
El ex presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, ex ministro de Defensa y ex presidente del Congreso de los Diputados lleva 8 años apartado de la primera línea política y se define ahora como"un abogado al que le apasiona su profesión, un padre que tiene cuatro hijos, un viajero al que siempre le gusta más estar llegando que llegar y un hombre que lucho por la libertad en este país". Además,reconoce que "le gusta la gente" y que "ni sabe ni quiere vivir solo".
A pesar de su advertencia de dejar a la familia fuera de la entrevista, se ablanda recordando a sus cuatro hijos y se aviene a describirlos sucintamente: "Sofía es la ternura. Amelia es mi doble. Ana es la más responsable. Y José es..., mi debilidad porque es al que veo a diario".
Tal y como recuerda El País, "Amelia tiene tiendas de la firma Tous junto a su madre y está casada con Manuel Martos, hijo del cantante Raphael y Natalia Figueroa y ejecutivo en la compañía discográfica Universal, con quien tiene cuatro niños. Ana es abogada y es madre de una niña de dos años. José es jinete profesional y posee un centro hípico en Toledo, La Almenara, empresa en la que también participa su familia. Acaba de anunciar que se casará el próximo mes de junio con su novio, Aitor Gómez, su pareja desde hace cuatro años en un enlace que se celebrará en el ayuntamiento de Toledo y que tiene encantada a toda la familia. Y Sofía es estudiante de Administración de Empresas y habla inglés, francés e italiano".
Cuando se le pregunta por los hechos que han marcado su vida, no duda: "La muerte de mi madre. Ella estaba embarazada, yo tenía 16 años y estaba interno. Fue inesperada. No pasa un día que no piense en ella. En el terreno político fue definitivo que en el año 2003, cuando era la sexta vez que me presentaba a presidente de Castilla-La Mancha, votaron al PSOE el 58,5 %". El tercer gran momento de su trayectoria vital fue la llegada de Sofía, la menor de sus hijos a quien él y su esposa Ana Rodríguez, de quien se separó en 2010 y con quien mantiene una excelente relación, adoptaron en Chile cuando tenía tres meses.
"Yo creía que iba a hacer un favor a un niño y el favor me la ha hecho ella a mí. Es a la que más quiero, aunque a lo mejor suene mal leerlo por escrito. Nos trajo ternura. Yo ya tenía 50 años, mi hijo pequeño, José, 17... La noche en que nos la dieron, la miré y desde entonces he sentido que depende de mí. Cuando en 2005 el avión en el que viajamos a Móstar el día de Nochebuena, se salió de la pista al aterrizar, Sofía tenía cuatro años y creyendo que nos matábamos solo pensé ¿qué va a ser de mi niña? Que no sea mi hija biológica es un dato más como la fecha en la partida de nacimiento de mis otros hijos".