Se enmarca dentro de un proyecto dirigido desde el año 2013 llevado por estos dos arqueólogos que forman parte de Ares Arqueología y Patrimonio Cultural.
Los trabajos se han centrado este año en la excavación de El Pinar de la Vega -uno de los sectores del Complejo de El Provencio-, en la prospección del resto de áreas, en el estudio geológico de esta parte del cauce del Río Záncara y en la celebración de jornadas y cursos académicos sobre el tema en cuestión.
Han participado estudiantes procedentes de toda España y colaboran técnicos y científicos expertos de diferentes instituciones investigadoras y universidades, como Alfredo Pérez González, Fernando Ivón Cermeño, Lucía Hernández, Elena Aznar o David Uribelarrea, entre otros, del Instituto de Evolución en África o la Universidad Complutense de Madrid.
Vienen a sumarse a la lista de otros profesionales que vienen concurriendo desde pasadas campañas tanto en el trabajo de campo como en los cursos especializados que se celebran en el municipio manchego.
Este año se ha profundizado en la evolución de la industria lítica al final del periodo de existencia del Neandertal, pero también se han descubierto restos de fauna del Pleistoceno que compartieron escenario con las comunidades humanas de Homo antecessor, Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis.
Se trata, por ejemplo, de molares de mamut y de caballo, además de otros fragmentos de huesos de animales de gran tamaño. Se han tenido que restaurar y reconstruir, pues aparecieron en terreras de canteras antiguas, desmenuzados.
"Ahora se recuperan para ser estudiados y mostrados y enseñar a través de ellos cómo era el contexto ecológico en el que vivieron los cazadores y recolectores del Paleolítico. Acudían a las riberas del río Záncara a aprovechar los importantes recursos cárnicos y vegetales que allí se concentraban", ha indicado Domínguez Solera para Europa Press.
SÍLEX PARA HACER HERRAMIENTAS
"Otra de las conclusiones a la que hemos podido llegar es la de que los seres humanos empleaban preferentemente el abundante sílex local para hacer sus herramientas, aunque éste aparece en módulos muy pequeños y no era el mejor que se podría esperar", ha explicado al tiempo que ha reconocido que "había mucho sílex natural a mano y lo empleaban por ello".
En excavaciones anteriores ya habían salido restos muy puntuales, los más antiguos descubiertos hace décadas por Alfredo Pérez González. Pero la colección ha aumentado ostensiblemente gracias a los descubrimientos de este año, que son los más numerosos.