Algo más de dos años de trabajo por parte de la prestigiosa restauradora Noemí Sierra han sido necesarios para completar la catalogación y restauración de más de 250 dibujos originales del célebre maestro de forja Julio Pascual, considerado el último gran rejero de Europa, heredero directo de las ancestrales técnicas medievales y renacentistas de genios como Juan Francés, Domingo de Céspedes o Francisco de Villalpando.
Herrero, maestro de esmalte, orfebre y, antes de todo eso, excelente dibujante, Julio Pascual desarrolló en Toledo un inmenso trabajo de creación de elementos decorativos de multitud de piezas de diferentes tamaños, desde inmensas rejas monumentales hasta delicados relicarios, pasando por lámparas o verjas.
Los procesos creativos siempre comenzaban con un dibujo a mano de Julio Pascual, realizado como fase inicial imprescindible pero efímera, pues el propio artista solía desechar estos dibujos una vez la pieza de forja era ejecutada. Por ello cobran mayor valor estos dibujos, localizados en un lamentable estado de conservación tras llevar años arrumbados en un baúl de su casa-taller de la calle San Juan de la Penitencia, expuestos a todo tipo de agentes (cambios de temperatura, suciedad, excrementos de animales) que los fueron deteriorando.
La figura humana de Pascual no termina en la faceta artística, sino que fue un comprometido y visionario empresario, capaz de llevar adelante su taller con decenas de empleados.
Como fruto de su compromiso con sus empleados, fundó junto a ocho empresarios toledanos la mutua Soliss en 1933, creada para asegurar a dichos empleados ante posibles accidentes en el desempeño de su trabajo.
87 años después, la Fundación Soliss junto con su matriz Soliss Seguros, rinden homenaje a su más ilustre fundador restaurando estos más de 250 dibujos que pronto serán accesibles en la web de la Fundación Soliss y que ya ocupan un lugar destacado en la sede de la aseguradora y su fundación.