Llega el 14 de febrero, ¿quiénes deberían celebrarlo?

EDCM

Llega el 14 de Febrero y parece que es un día en el que 'toca' explícitamente demostrar o celebrar cuánto nos queremos o por lo menos que no pasas de mí. Hoy, por lo menos el 14, propónme algo que no me venga abajo y siga pensando que aguantarte merece la pena si de vez en cuando 'te expresas' aunque sea por eso, porque toca. ¡Cuántas parejas se mantienen en el tiempo sin saber o sabiendo que no hay nada, pero la que se va a liar si lo dejan! Cuántas parejas salen a comer o a cenar y ni se miran, porque 'toca' y ven cómo los de la mesa de al lado se hacen arrumacos … "¡Qué envidia si estuviera yo ahí, piensan algunos y algunas!”

En fin, no voy a hablar de separaciones ni de por qué siguen juntas parejas cuando no hay nada. Voy a centrarme en cómo fomentar una buena relación de pareja que ya existe para que dure para toda la vida, porque las hay. Decía esta semana en el espacio de Onda Cero que hago semanalmente que cuando empezamos una relación y estamos idiotizados por la química del enamoramiento relativizamos comportamientos del otro que no nos gustan pero que ya cambiará. Tenemos una ilusión que si al conocer a alguien no se aleja mucho de nuestras expectativas, corremos el peligro de quedarnos ahí toda la vida y en un sin sentido. Quiero decir, querer estar a toda costa con alguien crea sufrimiento pero mantenerse a toda costa con alguien que no es crea mucho más. En la pareja hay que tener expectativas reales, no de cuento. ¿Y cuáles son las claves para mantener y mantenerse en una buena relación de pareja? Bueno, como siempre digo, los pilares fundamentales son AMOR, ATRACCIÓN Y SEXO, y esto no se puede crear ni dejar de sentir con la razón. Estar en una relación sin sentir crea angustia y ansiedad, y no estar con alguien por quien lo sientes crea sobre todo depresión y vacío.

Pues además de éso, que no se busca y que te encuentras sin buscarlo, lo demás más importante son LA CONFIANZA Y LA COMUNICACIÓN.

La confianza no es una cuestión de fe, la confianza se construye cada día: te la doy, hago cosas para que confíes y te demuestro que quiero confiar en ti. Pero la confianza también se destruye: hago cosas que no son compatibles con la sinceridad y cosas incompatibles con la tranquilidad de que creo que te conozco y eres quien me dices que eres.

Los celos tienen que ver con la confianza, pero si son un problema psicológico de uno de la pareja, sin fundamento, pueden minar y destruir la relación. Si por el contrario se basan en una conducta del otro que entraña mentiras, la relación corre peligro también y la “marca” psicológica que produce el engañado es difícil de borrar.

La comunicación es el otro ingrediente imprescindible en todo tipo de relaciones interpersonales. Escuchar ya es suficiente. Escuchar también es comunicación. Escuchar libera al otro y le hace sentir importante para ti.

Debemos comunicar deseos y necesidades sin imponer. Solo como sugerencia debemos expresar lo que preferimos o lo que nos hace sentir mal sin culpabilizar al otro. Son nuestros deseos, solo nuestros. Hay que comunicar lo que nos gusta del otro, lo bueno. Y los te quiero, no se dicen solo con palabras y lo de que se dicen con hechos ¡cuidado! que no siempre los hechos se corresponden con amor al otro sino más bien con protección de uno mismo. ¡Uy qué complicados somos a veces….!

Tomar decisiones, algo que también tiene mucho peso, debemos hacerlo de forma conjunta sin dejar que terceros interfieran. Suelen ser casi siempre las familias de uno y de otro quienes acostumbran a opinar de todo y bueno, opinar no está mal para tomar en cuenta lo que nos sirva de lo que nos dicen, pero opinar solo les da derecho a expresar una opción, no a que se tenga que llevar a cabo. Muchas veces se tiende a consultar, a desahogarse con hermanos, por ejemplo, y nuestra pareja no debiera molestarse siempre y cuando no se trate de temas privados y exclusivos de la pareja que explícitamente se ha decidido que no se comenten con la familia. Cuando las decisiones de una pareja se ven mediatizadas por decisiones del resto de la familia, puede ocurrir que el otro se sienta anulado y sometido o que por el contrario se ponga a la defensiva y el futuro, 'sin bola', será de un mal pronóstico en la relación y posible ruptura.

Por otro lado, no intentemos cambiar las manías y costumbres de nuestro cónyuge (siempre y cuando no afecten al funcionamiento de la pareja), porque nos sentiremos frustrados al no conseguirlo y el otro frustrado al no ser aceptado como es. Además con la edad todo se agudiza.

Mantener la individualidad es una buena dosis de aire que fortalece la relación. Compartir actividades en las que se coincide, también, pero no hay que hacerlo todo juntos ni todo por separado.

Y por último, aunque la lista sería infinita, debemos mirarnos a nosotros mismos para ver qué podemos mejorar en nosotros y aportar a la pareja; eso los dos, por supuesto.

Y ahora que cada uno disfrute el 14 como le apetezca o se “haya currado” emocionalmente.