La comunidad de los Hare Krishna en la localidad guadalajareña de Brihuega, un grupo religioso de origen hinduista que se instaló en esta localidad de la Alcarria hace cuarenta años y donde viven unas cincuenta personas, ha cerrado también sus puertas al público tras decretarse el estado de alarma por el coronavirus y tanto los monjes como las familias que viven allí permanecerán en su interior mientras dure el confinamiento y su pequeña escuela de Infantil también ha parado la actividad.
Esta comunidad religiosa, que tiene en Brihuega su centro más numeroso de España, donde está totalmente integrada, ha adoptado las directrices del Ministerio de Sanidad en España, unas medidas que pasan porque la quincena de monjes o personas solteras que residen, hayan cambiado algo sus hábitos pero sigan juntos, pero, en cambio, las familias se mantendrán en sus dependencias.
En todo caso, el director de la comunidad, Yadunandana Swami, ha explicado a Europa Press que aunque se siguen realizando las meditaciones y oraciones, tanto en este ámbito como a la hora de comer, guardan una distancia social mayor.
Pero si bien el día a día de los monjes transcurre con las mismas tareas, con una vida monástica que pasa por levantarse a las cuatro de la madrugada y trabajar en la vaquería y la cocina y orar, ya antes de que el Gobierno de España decretara la alarma, su organización -de ámbito internacional- les instó a poner en marcha unas medidas específicas que siguen.
Medidas adoptadas
Unas medidas que pasan por servir la comida con guantes desechables y lavarse los manos cada veinte minutos; y en la ceremonia religiosa, aunque se sigue haciendo, ya no es pública y se ha limitado el contacto físico. Además, en los ritos se evitan posibles contagios.
Swami ha señalado que lo que está pasando no tiene precedentes. "Tengo compañeros que les ha pillado en la India y no han podido volver", ha dicho comprensivo, tras explicar que el templo de su comunidad en la India también ha sido cerrado solo para los residentes.
Aunque según Swami en la sociedad siempre ha habido plagas y periodos de mucho auge y otros en los que decae; a su juicio, las cosas ocurren porque hay unos karmas que tal vez ahora sea el momento de ser más reflexivo y aprender a valorar más las relaciones personales, "algo positivo que se puede sacar de esto", ha señalado.
"Tenemos que parar y empezar a valorar las personas con las que compartimos ahora el tiempo, ya que si no lo hacemos así será muy difícil la convivencia", ha apuntado tras reconocer que se trata de una situación "sin precedentes".
Por su parte, desde el Ayuntamiento briocense también se han puesto en contacto con la comunidad para recordarles los protocolos marcados con el Gobierno, algo que, según su director, están cumpliendo tal y como se ha solicitado. Tan solo salen de la organización a comprar al pueblo y lo hacen siempre con guantes y mascarilla puesta.