Los espectadores de MasterChef han vivido el momento más incómodo de las ocho ediciones que el concurso de cocina lleva emitidas en TVE. La protagonista (para mal), no fue otra que Saray, la joven cordobesa, gitana y transexual que ya había dado muestras de su fuerte carácter pese a ser educadora social.
El cuarto programa de MasterChef 8, emitido este lunes en la cadena pública, no ha dejado indiferente a nadie debido a la actitud déspota y altanera de Saray, que fue incapaz de controlar sus nervios desde el comienzo de las pruebas y acabó siendo expulsada de manera directa cuando presentó ante los jueces una perdiz sin desplumar.
Todo comenzó a torcerse cuando Jordi Cruz colgó el delantal negro a la cordobesa tras presentar ante los jueces solo cuatro galletas y un batido, lo que hizo que tanto el catalán como el resto de los jueces, el toledano Pepe Rodríguez Rey (El Bohío, Illescas) y Samantha Vallejo-Nágera recriminasen a la concursante su falta de actitud y su desprecio a las valoraciones de los profesionales.
Después, en la prueba de exteriores, Saray pareció rectificar y pidió perdón por su comportamiento pero en la prueba final volvió a las andadas y se negó a cocinar la perdiz que le había tocado en suerte.“Yo eso no lo toco ni muerta”, dijo. Y lo cumplió.
Finalmente, la andaluza presentó ante los jueces a la pieza de caza en un plato sin siquiera desplumar, lo que le costó una dura reprimenda de los jueces y la expulsión automática, aunque se fue sin dar su brazo a torcer y con un chulesco gesto flamenco al cruzar la puerta de salida.
"Ni se te ocurra abrir la boca porque no tienes nada que decir", le dijo Jordi Cruz a la concursante cuando intentó frenar al catalán, que llegó a reconocer que seleccionar a la cordobesa para participar en el programa había sido el error más grande que había cometido el jurado en 8 años.
Por su parte, el toledano Pepe Roríguez Rey, que siempre hace gala de su buen humor y simpatía, cambió el tono en esta ocasión para afear su conducta a Saray. "Te he dicho que no presentases este plato, que no te mofes, pero demuestras que no eres inteligente. Vienes aquí con la gracia que piensas que tienes para hacer esta idiotez. ¿Qué necesidad? No tengo nada más que decir", dijo el chef de El Bohío.