En solo un año, del pop-rock más fronterizo de su primer álbum, “Cometas Siderales”, el toledano Gus Sánchez ha viajado a un rock vibrante, muy americano, mucho más cercano a Bruce Springsteen o Tom Petty, y sin duda, tras escuchar este nuevo trabajo, el viaje ha merecido la pena. Grabado en directo en Madrid en un formato muy inusual para los tiempos que corren: doce músicos, con sección de viento-metal, tres coristas, piano, hammond, guitarras eléctricas, acústicas, bajo y batería.

Aunque sigue cuidando las letras, sorprende y emociona el extraordinario sonido que ha conseguido Gus con su banda, inusual en tiempos como estos en los que mandan los sonidos programados. “Mi primer trabajo era más íntimo, pero siempre tuvimos el rock muy presente, aunque de una forma más sutil”, dice el autor, “la gente necesita etiquetas para ubicar en su cabeza lo que va a escuchar antes de hacerlo, escribo y canto mis canciones pero no soy un cantautor, al menos no lo que la gente identifica como cantautor. Soy Gus Sánchez y este es mi sonido”. Toda una declaración de intenciones.

“Queríamos conseguir acercarnos a ese sonido más americano y solo podíamos hacerlo grabando en directo”, dice Sánchez. Con Borja Montenegro a los mandos de la producción y una banda con algunos nombres que ya son leyenda de la música en España. Este adelanto del disco se titula “En la estampida” y es exactamente eso, una estampida de rock, elegante y potente. No se lo pierdan, suban el volumen y disfrútenlo.