Sí, solo dos, o por lo menos las más importantes que yo veo: ACTITUD Y DINERO.Ninguna es más importante que la otra y las dos absolutamente complementarias para ser más feliz, aún habiendo problemas a tu alrededor.
¡Dicen que el dinero da la felicidad! NOOOOOO, NOOO…. pero, ¡también dicen que ayuda! SIIII….. El dinero te distrae de otros problemas y crees que puede existir la felicidad y hasta casi crees que eres feliz, pero no. Incluso a cambio de dinero piensas que las emociones se dejan comprar, pero no es así. Si quieres convencerte, es que ya tienes un problema.
Hablo en este caso de una interacción, de una pareja. Un “soportar” algo significa no estar bien ahí, pero te hablas y te despista creyendo que eres feliz porque lo material está cubierto. Pero deja, ya llegará el momento en que ese malestar levante cada vez más la voz y tú decidirás si ponerte tapones o salir corriendo.
Pero cuando hablamos de uno mismo, sin mediar los comportamientos de otros que a saber si ayudan o entorpecen, esa actitud, tu actitud sobre todo, definirá tu malestar multiplicado o empequeñecido y luego si además lo adornas con dinero todo te será más fácil.
Sí, así de reducido. Dinero para quien lo tiene y actitud para quien además de tenerla la siente y la practica, que no es material, pero que tiene la capacidad de revolucionar lo más alto, sin dinero.
Es obvio que tener ambas es sentirte el rey del mambo. Lo que no resuelvas con la moneda lo resuelves, de entrada para ti mismo, con una forma positiva de ver las cosas, porque sean malas o peores, una actitud positiva ante la vida no va a resolver quizás tu problema pero tampoco va a hundirte por no poder resolverlo; simplemente te mantendrá a la espera... porque ésta, tarde o temprano llega. La actitud es un seguro de bienestar emocional, es un no rendirse y un no anticipar ante lo que no ha llegado del todo porque siempre, y así lo veo, lo que nos ocurre la mayoría de las veces no es lo peor que nos puede pasar.
La actitud resuelve para tus adentros, te tranquiliza, te da ánimos y te ofrece a veces una visión más halagüeña de las cosas. A veces, aunque lo importante es centrarse en no autodestruirse, en no maltratarnos psicológicamente por nosotros mismos. Cuando el dinero no puede, la actitud prima, te libera y te hace sentir que menos mal que “puedes con ello”. La actitud no te hunde más aún, te coge del cuello y te saca del cieno. El dinero, cuando puede , te hace respirar, pero cuántas veces aun teniendo mucho dinero no desearías otra realidad…la que no se compra o no se consigue a “cambio de” ….
Ver las cosas con el prisma de “no es lo peor, esto puede ser de otra manera…” te empuja a movilizarte psicológicamente. El dinero no aumenta las emociones, solo te da una confianza ficticia en la parte que dependa de él, pero la actitud te engloba a ti entero, a ti mismo, tengas o no tengas nada material para controlar. La actitud puede llegar a hacerte sentir "el más" en muchas muchísimas ocasiones. Piensa en cuántas situaciones verdaderamente importantes has podido resolver con dinero…..y yo no me atrevo a contestarte, o sí.
¿Cuál es entonces el valor del dinero? La plenitud no te la da por sí mismo, ni evita ni consigue, nunca, todo. La actitud es tu forma particular de protegerte sea cual sea la realidad, tu mundo psicológico del quizás es posible, tu mundo paralelo que te hace cambiar el gesto de tristeza por uno alentador y por un quizás que en muchas ocasiones, es posible.
La actitud te hunde o te sube, el dinero compra solo cuando materialmente se puede, pero es más, es que aunque tengas mucho dinero si tu actitud no es la adecuada, tu dinero solo pasará delante de tus narices sin movilizarte y sin tener la sensación de ser distinto o de tener más capacidades que otros. Ni más valor ni más poder… e incluso puede incrementarse la impotencia de tenerlo y no servir, ¿para qué tanto dinero?
Eres lo que piensas y no lo que tienes, pero afortunado el que sepa complementar las dos cosas. La actitud hasta te marca la forma de utilizar y disfrutar del dinero. Sabes por experiencia que puedes ser muy desgraciado aun con esas cifras que de vez en cuando miras y a las que aplicas una funcionalidad en el futuro que ¡cuándo llegará!
Entonces, no te bases en lo que tienes, sino más bien alégrate si lo tienes...
¿El qué, Ana? ¿Actitud? ¿Dinero?
Ana M. Ángel Esteban espsicóloga clínica y sexóloga.
Consulta en Toledo yonline. Teléfono615224680.
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