El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha asegurado, en referencia a las declaraciones negacionistas de personajes del mundo de la Cultura como Victoria Abril o más recientemente Miguel Bosé, que "una vez que uno se hace un poco famoso o conocido, tiene que tener cuidado con las cosas que dice y tratar de no confundir a las personas".

En una entrevista para Europa Press, el ministro ha indicado que los rostros conocidos deberían tratar de "no darles miedo, desazón o desconfianza" a los ciudadanos ante aquellas cosas en las que los ciudadanos deben confiar, como es el caso de las vacunas contra la COVID-19. "Por propia experiencia lo sé", añade.

Sin embargo, Duque admite que, al vivir en una "sociedad libre", existe "una libertad de expresión que es básicamente sagrada". "Las personas tienen que tener derecho a decir las cosas, la población es mucho más selectiva que lo que pudiera pensarse por Twitter, qué información le parece útil y qué información le parece poco útil", defiende.

En este sentido, declara tener "mucha confianza" en que los ciudadanos sepan ver, por ejemplo, qué medicamentos son buenos y efectivos para curar enfermedades. "La gente sabe distinguir y por eso tenemos libertad de expresión", justifica.

Por eso, no es partidario de sancionar a estas personas por sus declaraciones: "No entiendo que se pueda ni se deba sancionar a las personas por el ejercicio de la libertad de expresión". En cierto modo, cree que las afirmaciones de famosos sobre cuestiones negacionistas tienen un "efecto muy limitado" en los ciudadanos y sólo suponen un "peligro" para unas "pocas personas". "Pero sancionar a las personas porque diga barbaridades o cosas manifiestamente erróneas no se puede hacer", deja claro.

Para contrarrestar esto desde la parte institucional, Duque aboga por "informar" de las verdades desde el Gobierno y en confiar en la labor que realizan los periodistas, "que recaban información de varios sitios para después hacer una información mucho más ecuánime". Incluso lanzar campañas "estaría bien pensado", aunque el ministro reconoce que "no hay tiempo" para ello.