La Catedral Primada de Toledo ha informado este martes de que su famoso Transparente, una de las grandes representaciones del barroco español, será restaurado. El Instituto de Patrimonio Cultural, dependiente del Ministerio de Cultura, será el encargado durante los próximos meses de acometer estos trabajos calificados de urgencia.
El deán de la Catedral, Juan Miguel Ferrer Grenesche, ha confirmado que los trabajos se centrarán en la recuperación de los daños que presenta la estructura arquitectónica del Transparente. Se comenzará por la restauración del camaranchón del tejado de pizarra que cubre el mismo para después pasar a la cubierta, la estructura propiamente dicha y los muros.
La última restauración del Transparente se realizó en los años cincuenta.De hecho, el camaranchón de pizarra presenta algunos deterioros importantes producidos por el paso del tiempo y por las inclemencias meteorológicas, unos daños en la cubierta que se han incrementado con la nieve y el hielo que dejó el temporal "Filomena".
Los informes técnicos apuntan a que posiblemente los trabajos a realizar en los próximos meses será necesario aplicar un nuevo mortero sobre toda la zona que permita respirar a las paredes para que no haya condensación en el interior. La restauración ha de incorporar, además, los trabajos de limpieza para eliminar la suciedad acumulada por el paso del tiempo.
Para la restauración de las pinturas y esculturas el cabildo tiene el compromiso firme de dos fundaciones privadas. "Ya se han establecido contactos –ha destacado el deán– con dos fundaciones privadas que se han ofrecido para sufragar los gastos de restauración de la parte pictórica y escultórica y, probablemente, para no demorar estas obras en demasía, esta segunda fase de la restauración del Transparente se hará con el patrocinio de estas dos fundaciones".
A falta de adjudicar empresas y designar arquitectos, el cabildo espera que las obras puedan comenzar en los próximos meses.
Máximo ejemplo del barroco español
El Transparente fue fue ideado con la finalidad de iluminar con luz natural, obtenida con el atrevido recurso de abrir un amplio ventanal en la bóveda, el reducido espacio o capilla que queda tras el retablo mayor, en que se reserva el Santísimo Sacramento.
En 1672 Francisco Rizzi presentó un primer boceto, pero fue Narciso Tomé quien realizó la obra y la ejecutó entre los años 1720 y 1732, durante el episcopado de Diego de Astorga y Céspedes, que la costeó y dispuso su enterramiento a los pies del retablo.
Mármoles y jaspes de la más exquisita calidad sirvieron para la ejecución de la espectacular escenografía diseñada por Narciso Tomé, que ideó todo un apoteósico conjunto de esculturas y pinturas en que exprimió el simbolismo y la exaltación eucarística.
Situado en el trasaltar, frente a la girola, y mirando hacia las capillas, el cuerpo central del retablo lo ocupa el óculo o ventanal redondo por donde penetra la luz hasta el espacio del Sagrario. La intención es imitar el esplendor del Sol.