Como cualquier otra parte del cuerpo, el pene puede sufrir estas desgracias sobre las que muchos hombres dan por hecho que no pueden ocurrir, ni se lo plantean.
El pene tiene piel, músculos, vascularización… el pene también “está vivo” y expuesto, y no solo a placeres. Relaciones sexuales intensas con penetraciones agresivas, una mala postura, una caída o una enfermedad de la piel y tejido cicatricial (sin lesión externa) pueden causar una patología llamada PEYRONIE.
Si el pene se parte, se fractura, a partir de ese momento adquirirá una nueva forma con una curvatura que en la mayoría de ocasiones impedirá tener relaciones sexuales con normalidad. La forma de la erección ya será angulosa hacia cualquier lado (pene curvado hacia abajo en ángulo recto, hacia los lados…) y la penetración será casi imposible a demás del dolor que esto produce. A veces consiguen encontrar alguna postura extraña que solo facilita en parte la penetración pero que no produce placer.
Otras veces sin identificar una causa externa, puede empezar a verse que la curvatura normal del pene empieza a pronunciarse, se acorta, disminuye de tamaño y a veces se aprecia una zona con tirantez o más dura al tacto, una parte de piel que tira y retrae y que no mejora con el paso del tiempo.
Esto ocurre y psicológicamente es una verdadera cruz tanto para los hombres que lo sufren como para sus parejas. La afectación no es solo a nivel sexual, sino a nivel de autoestima, de verse con el pene torcido aún sin erección, de sentir dolor, y sobre todo algo que les frena mucho a muchos hombres que lo sufren o empiezan a notarlo, es que no suelen consultar, se avergüenzan, temen ir al urólogo y esta patología no suele remitir sola, se estabiliza o tiende a empeorar. Así que animo a ir al médico porque en muchas ocasiones tiene solución si se coge en etapas tempranas. Existe también operación para intentar corregir la musculatura desviada por la lesión y otras veces se extripa la zona de piel endurecida que hace que visualmente se vea el pene acortado y deforme.
Hay que ir al médico, insisto, porque lo siguiente es la afectación psicológica bastante intensa, cuando se ve que la enfermedad progresa y tú te sientes cada vez más en indefensión y evitando cualquier interacción sexual, hasta ni siquiera verte el pene.
Con lo que ante cualquier cambio visual en la forma, dolor localizado, tacto distinto en la piel del pene… mejor consultar. En un porcentaje de veces pequeño la enfermedad de Peyronie puede remitir espontáneamente en meses pero si no ocurre esto ya será tarde porque estará en proceso de cronificación.