Esta semana Irene Sánchez-Escribano quebró los corazones de todos los amantes del atletismo y de los Juegos Olímpicos al anunciar que una lesión sufrida el martes le apartaba del sueño olímpico a escasos días de arrancar la competición.
El jueves, la obstaculista toledana ha sido entrevistada en 'El Larguero' para contar cómo se siente. "Tengo ratos, todavía está muy reciente. Es un palo. Pero no me puedo reprochar nada. Mi cuerpo no me dio ni un aviso antes. De repente noté un chasquido, pegué un grito y tuve que parar. No sé si fue del susto o del dolor", explicó junto a Yago de Vega y José Antonio Duro.
Pese a todo intenta ser positiva. "He recibido mucho cariño de mucha gente, es lo positivo de todo esto. Me hacen sentir que de verdad inspiro a otra gente. Estoy feliz con la vida que llevo y con lo que el atletismo me está dando. Cada día que bajo a entrenar lo disfruto".
Aunque Irene no pudo evitar dejar claro lo rota que está por dentro, no pierde vista el futuro. "Sé que dentro de unos años esto será una anécdota, pero me duele en el alma, ahora mismo me duele más el corazón que el pie. Solo pensaba 'no puede ser, no puede ser, si me voy ya'".
Irene ha expresado en las redes que por quien más lo siente es por su entrenador.
El rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Julián Garde, le ha mandado ánimos a la atelta toledana a través de las redes sociales.