La tranquilidad de Santa María del Campo Rus, un pequeño pueblo de Cuenca que no llega a los 600 habitantes, se vio alterada el pasado sábado. El motivo por el que niños y mayores corrían hasta el establecimiento hostelero más popular del pueblo, La Posada de Santa María, era que en una de sus mesas se encontraban el futbolista Sergio Ramos y su mujer, la presentadora Pilar Rubio.

Su visita no era casual. Julián García, dueño de la posada, está considerado como el chef que hace las mejores paellas valencianas del mundo. No en vano, ha ganado el Concurso Internacional de Paella Valenciana de Sueca 2013 y 2015, convirtiéndose así en el único en repetir galardón hasta este momento.

Fueron precisamente los arroces los que llevaron a la pareja de celebrities hasta este rincón de la provincia de Cuenca. "Pensaba que me iban a pedir algo más light, pero desde el primer momento Sergio me dijo que quería la paella de pollo y conejo", contaba García en el programa de CMMedia 'Estando Contigo', donde también desvelaba que la pareja se decantó por un arroz con boletus y por entrantes a base de productos de la tierra como el queso manchego.

El chef de La Posada de Santa María destacaba la actitud "encantadora" de ambos con ellos y también con los vecinos de Santa María del Campo Rus. "La llegada fue en secreto. En general, la gente famosa tiene miedo a que la gente se les eche encima y no puedan comer tranquilos, por eso controlamos su llegada y la mesa donde comieron", explicaba.

Sin embargo, una vez en el restaurante, la voz se corrió por el pueblo y las puertas de la posada no tardaron en llenarse de gente, sobre todo niños. "Le comenté que habían llegado como 25 ó 30 niños y que querían hacerse una foto con él. Sergio les atendió encantados".

Vuelta accidentada a Sevilla

La visita de Sergio Ramos y Pilar Rubio a la provincia de Cuenca coincidió con el paso de una DANA que descargó con fuerza por la zona y provocó inundaciones en otros puntos de la región como Almansa.

Este contratiempo meteorológico provocó que tuvieran que cambiar sus planes de vuelta a Sevilla. En lugar de acudir al aeropuerto de Albacete, como tenían previsto, tuvieron que desplazarse en coche hasta Madrid y de ahí volar a su casa.

"Como se iban a retrasar, no hacían más que pensar en sus hijos", aseguraba el chef conquense, que también confesaba que les vio como "una pareja totalmente estable".

Más allá de la fama de sus arroces, el otro motivo que llevó a Sergio Ramos y a Pilar Rubio al restaurante de Julián García fue la amistad que les une. Se conocen de la etapa en la que el chef dirigía las cocinas de La Albufera, en La Moraleja (Madrid) y por donde también pasaron en su día, entre otros, los actuales reyes de España.

En una entrevista concedida a EL ESPAÑOL en el mes de febrero, Julián García repasaba su extensa carrera profesional de más de cinco décadas que le ha llevado a cocinar en países tan variopintos como México, Turquía, Francia o Japón.

De todas estas experiencias internacionales recordaba cómo fue la vez en la que cocinó para el mismísimo Pablo Escobar en Colombia"Estaba dando de comer en Bogotá y el camarero me pidió que saliese fuera de la cocina porque estaban preguntando por mí". Para su sorpresa, quien preguntaba por él conocido narcotraficante, quien quería información sobre el plato que estaba comiendo. "Eran angulas. Le expliqué cómo se hacían, la cantidad adecuada y su precio". Una vez terminada la explicación, Escobar le aseguró que "no era una cuestión de dinero", recordaba García entre risas. 

Una apasionante vida dedicada a la cocina que aunque jubilado, Julián García continúa desarrollando desde su retiro hostelero de La Mancha conquense.